“No me cuesta trabajo reconocer que también hubo cosas
buenas, es cierto que el PSOE ha aportado el diseño de unas
infraestructuras importantes para la ciudad, y muchas de
ellas con el inestimable apoyo de los Fondos Europeos y del
Gobierno de la Ciudad”. Con estas palabras se refería ayer
el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, a la
herencia política recibida, porque “hay que recriminar lo
que hay que recriminar”.
No obstante, a continuación, el delegado ironizó acerca de
algunas de las inversiones de la anterior legislatura, y
afirmó estar “orgullosísimo” del nuevo edificio de la
Seguridad Social, de “80.000 metros cuadrados para 80
trabajadores”. “Y sin embargo, la Inspección de Trabajo está
pagando 8.000 euros mensuales de alquiler de unas oficinas,
y el Fogasa otros 1.500. ¿Es racionalizar eso, es pensar en
la economía de nuestro país?”, se preguntó. En este sentido,
aseguró que Delegación está trabajando para corregir este
gasto “de 100.000 euros al año en alquileres, cuando la
administración general del estado tiene locales, algunos
deteriorados por falta de uso”.
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