El complejo monumental de las Murallas Reales acogió por
primera vez ayer la celebración de los Ángeles Custodios. En
el acto se condecoró con la Orden al Mérito con distintivo
rojo al agente Juan Ferrer, que resultó herido por un
presunto ladrón en las cabañas Miguel de Luque el pasado 15
de septiembre. El jefe superior del CNP en Ceuta, Pedro Luis
Mélida, realizó un discurso en defensa de la creación de las
bases de la Policía del siglo XXI. Además, quiso agradecer
la importancia de coordinación y colaboración con el resto
de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, tanto del Estado como
locales.
Los Ángeles Custodios, patrón del Cuerpo Nacional de
Policía, se celebró ayer por primera vez en el complejo
monumental de las Murallas Reales. En un emotivo acto en el
que participaron todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad,
además de la Comandancia General y autoridades civiles, el
jefe superior del CNP, Pedro Luis Mélida, celebró en la
ciudad este día tan especial en el que se reconoció la labor
del agente Juan Ferrer, herido el pasado 15 de septiembre en
las cabañas Miguel de Luque, cuando intentó detener a un
presunto ladrón. Ferrer fue condecorado con la Orden al
Mérito con distintivo Rojo. Otras trece medallas, esta vez
con distintivo Blanco, sirvieron para reconocer la labor
tanto de agentes como de sociedad civil que ha colaborado
con la Policía Nacional.
“Es para mí un honor estar en esta bella ciudad porque es la
primera vez que tengo la oportunidad de celebrar como jefe
superior de Policía la festividad de los Santos Ángeles
Custodios”. Con estas palabras, Mélida comenzó su discurso y
aprovechó para “felicitar a todos los miembros del CNP, así
como a los componentes de los Cuerpos Generales y al
personal laboral que día a día con su esfuerzo, entrega y
dedicación, ayudan a la consecución de los objetivos”. El
jefe también felicitó de una “manera muy especial a todos
los compañeros y compañeras que ingresan en la Orden al
Mérito Policial en sus distintas modalidades”. “Con vuestro
trabajo diario y espíritu de sacrificio habéis puesto toda
la fuerza del Cuerpo cuya principal premisa es el servicio
al prójimo y la defensa de la legalidad vigente”, destacó.
“Esa cruz que lucís en el pecho hay que compartirla con los
compañeros y la familia”, resaltó y dio la enhorabuena de
“manera muy especial al policía Juan Ferrer, además de a su
mujer Susana; gracias a ambos”. Estas palabras fueron las
que hicieron romper al auditorio en aplausos.
El jefe del CNP renovó la “máxima lealtad al Cuerpo
Policial”. Su discurso recordó también la “predisposición”
al diálogo con los sindicatos policiales y sus
representantes. Además mostró su “apoyo incondicional” a los
medios de comunicación. “Vamos a seguir apostando por la
calidad de que se sienten las bases de una Policía del siglo
XXI que nos haga más fuertes y eficaces en la lucha contra
la delincuencia organizada, el terrorismo, la corrupción, el
trato
Mélida prefirió no “centrar” su discurso en las “frías
cifras registradas” por el CNP durante el último año. “Si
bien en algunos casos darían idea del trabajo realizado, en
otros no serían más que números que no reflejarían
correctamente ese trabajo abnegado que realizan los hombres
y mujeres que componen esta institución”. De ahí que el jefe
de la Policía Nacional en Ceuta quisiera hacer esta
valoración de manera “cualitativa”, con el propósito de
“ensalzar esta labor”. Mélida recordó cada una de las áreas
de las que dispone la Policía. En primer lugar, la
operativa, dividida en prevención e investigación. En cuanto
a la prevención, “está soportada fundamentalmente por las
unidades de seguridad ciudadana, que tienen la difícil
misión de estar siempre atentos a las demandas sociales y a
tratar de abortar las actividades delictivas que se
producen”.
La investigación “descansa sobre cuatro áreas operativas:
información, Policía Judicial, Extranjería y Policía
Científica”. De ellas, Mélida resaltó que “una de las
prioridades era y seguirá siendo combatir el terrorismo y la
investigación de todo su entramado, tanto económico como de
apoyo, además de la potenciación de sus recursos
materiales”.Mélida destacó sobre todo el trabajo que se está
llevando a cabo en inmigración: “Llegar a España no puede
ser sinónimo de quedarse y por ello estamos haciendo un
esfuerzo para repatriar a aquellos que han alcanzado
clandestinamente nuestras costas, principalmente a los que
han venido a delinquir”. En el área de Policía Científica,
“la unidad se encuentra entre las primeras en la
investigación”. En la unidad de Gestión, el jefe del CNP
recordó el “gran número de cursos de formación y jornadas
especializadas para tener a policías bien formados”.
En cuanto a personal, también se realiza una “gestión eficaz
en la expedición del pasaporte y del DNI”. La Secretaría
General trabaja además con el objetivo de ajustar los costes
del Cuerpo.
Mélida reconoció la labor que realizan los agentes que
realizan las tareas de seguridad de edificios, custodia,
traslado de detenidos, servicios sanitarios, informática,
telecomunicaciones, etc. El jefe de la Policía Nacional no
quiso perder la oportunidad de recordar la colaboración
tanto con la Guardia Civil como con la Policía Local y con
el sector de seguridad privada. “Es importante y vital para
la consecución de los objetivos básicos y aún vamos a
profundizar para que sean aún más efectivos”. “La unión hace
la fuerza y juntos podemos”, sentenció.
Los heridos y muertos en acto de servicio, junto a los
policías que han dado su vida en acto de servicio. El
recuerdo de los “héroes de Orzán, que murieron por salvar la
vida de un bañista, así como del compañero fallecido en las
aguas de Cádiz”, sigue muy presente en todos los miembros
del Cuerpo Nacional de Policía.
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La leyenda de la “creación” de los policías nacionales,
“seres humanos comprometidos con su trabajo”
El jefe superior del CNP, Pedro
Luis Mélida, finalizó su discurso contando una leyenda sobre
los Ángeles Custodios: “Estaba Dios en el sexto día creando
a la Policía cuando un ángel aparece y le dice que le estaba
llevando mucho tiempo esta creación; un policía tiene que
estar siempre en buena forma física, tiene que correr, subir
paredes, entrar en casas y todo esto, sin manchar ni
arrugarse el uniforme; tiene que investigar un homicidio y
al otro día ir a prestar declaración en un tribunal; tiene
que tener seis brazos y tres pares de ojos que necesita:
unos con rayos X para poder ver lo que llevan escondido los
criminales; otros para poder cuidar de su compañero y otros
más para poder mirar a una víctima desangrándose para
decirle que todo saldrá bien cuando sabe que no es cierto”.
El ángel “mira el modelo y le pasa un dedo por la mejilla y
le dice a Dios que tiene agua, a lo que responde: no es
agua, son lágrimas porque son todas las emociones que lleva
dentro por la libertad y los ciudadanos”. “Los policías son
seres humanos comprometidos por su trabajo, que prestan un
servicio público y que cada día lo hacen con mayor unidad”,
finalizó Mélida.
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