El perro es feliz por haber atacado, sabe que ha hecho un
trabajo óptimo. En este caso se trata de Trotsky. También
está Negro, otro de los perros del grupo cinológico de la
Policía Militar y el único que está condecorado.
Se trata normalmente de perros de raza pastor alemán,
independientemente de si son machos o hembras. Los perros
nacen en una especia de ‘granja’ de perros y la adquisición
de los animales para las Fuerzas de Seguridad de España
-tanto Policía Militar como Nacional o Guardia Civil- suele
ser en Holanda.
El animal y su guía se forman durante seis meses en un mano
a mano en la academia de instrucción canina de Carabanchel
(Madrid). Las tres primeras semanas sirven de toma de
contacto para que el perro y el agente vean si son
compatibles. La unión ya será para toda la vida. Desde que
el animal tiene un año y medio se le prepara para que se
convierta en un perro de la policía militar. Cada guía podrá
tener más de un perro. Se intenta que esté equilibrado con
su dueño. Por ejemplo si el agente es muy nervioso es
preferible que tenga a su lado a un perro más tranquilo, y
viceversa.
Listos para jugar
Los perros suelen estar en servicio entre ocho y diez años.
Cuando terminan su función, suelen ser enviados a trabajos
más tranquilos, como los de vigilancia en los polvorines,
son perros de seguridad de doble vaya. Para el proceso de
aprendizaje es fundamental que al perro le guste jugar. La
educación está enfocada en ese sentido. Hay viejas leyendas
urbanas como se les de droga a los perros, es “mentira, el
único método es el juego”.
El agente no puede dejarlo treinta días para irse de
vacaciones, ser agente del grupo cinológico requiere cierto
compromiso como el de estar pendiente constantemente del
animal. Ser Policía Militar es un trabajo que requiere de
mucha implicación, ya que “no tiene horarios”, tal como
destaca el brigada Tocón. El cabo Ponce iba para Artillería
pero esta especialidad se cruzó en su camino. Dependen del
teniente coronel Enrique Salamanca, quien destaca la
autonomía de esta compañía. Están preparados para trabajar
solos en todo momento”, asevera. “Te tiene que gustar mucho
porque te quita muchas horas de la familia”, agrega el cabo
Expósito. Además, son considerados agentes de la autoridad
por lo que a veces les provoca excesivo respeto entre los
compañeros.
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