EEl Gobierno ha aprobado el anteproyecto de ley de la
reforma educativa, que pone fin a la selectividad, implanta
evaluaciones finales nacionales al final de cada etapa y
abre la puerta a las administraciones para concertar la
financiación pública de colegios de enseñanza separada por
sexos
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio
Wert, ha presentado al Consejo de Ministros una propuesta
articulada de la futura Ley Orgánica para la Mejora de la
Calidad Educativa (LOMCE), que modificará parcialmente la
Ley Orgánica de Educación (LOE), de 2006, y supone reforzar
Lengua y Matemáticas y suprimir Educación para la
Ciudadanía.
“Queremos conectar el aula con el empleo”
Sáenz de Santamaría ha explicado que los objetivos
principales de la reforma educativa son fortalecer la
formación integral de los alumnos y conseguir que el sistema
educativo sea una plataforma mejor para conseguir un empleo.
“Queremos conectar el aula con el empleo”, ha señalado la
vicepresidenta del Gobierno, quien ha subrayado que el
anteproyecto supone poner en marcha una reforma “clave” para
el sistema educativo y contribuirá a atajar uno de los
principales problemas del mismo: el abandono y el fracaso
escolar.
La LOMCE establece que el título de graduado en Educación
Secundaria Obligatoria (ESO) se obtendrá tras superar una
evaluación final, con pruebas diferentes para acceder al
Bachillerato o la FP, según la opción elegida por los
alumnos en el último curso; las calificaciones de la etapa
tendrán un valor del 70 % y las de la prueba, del 30 %.
Los cambios que introduce la reforma educativa
1. Simplificación de los itinerarios de Bachillerato:
El Bachillerato se reduce a cinco vías (Ciencias e
Ingeniería, Ciencias de la Salud, Humanidades, Artes y
Ciencias Sociales), y también tendrá una evaluación final
nacional (sustituye a la selectividad), con un valor del 40
%, mientras que la nota media de la etapa tendrá un peso del
60 %.
Además, el Gobierno adelanta a 3º de la ESO los itinerarios
hacia la FP y el Bachillerato, a través de asignaturas
optativas, mientras que estas dos vías estarán completamente
diferenciadas en 4º de la ESO.
2. Evaluaciones en las distintas fases educativas: Se
establecen evaluaciones externas homogéneas, a nivel
nacional, en las fases educativas de ESO y Bachillerato.
Los alumnos de Primaria pasarán una evaluación interna de
los centros educativos en tercero para la detección precoz
de dificultades de comunicación lingüística y matemáticas,
que podría suponer la repetición de curso si el resultado no
es óptimo. En sexto de esta etapa, otra evaluación con
carácter informativo y orientador servirá para comprobar si
han logrado las competencias y objetivos de la etapa y la
viabilidad del tránsito a ESO.
En esta etapa educativa, será el centro quien tenga la
última decisión con respecto a esto, independientemente de
los resultados en las pruebas. La prueba final del
Bachillerato llega para sustituir a la prueba de acceso a la
universidad vigente en la actualidad. Los centros
universitarios, además, podrán realizar pruebas específicas
añadidas para el acceso a los estudios que oferten. En
cuanto a las evaluaciones y pruebas de admisión, los alumnos
que no las hayan superado (en cualquiera de las etapas
educativas), o que deseen elevar las calificaciones
obtenidas, podrán repetirlas en convocatorias sucesivas.
3. Reconversión y refuerzo de asignaturas: También en
Primaria, la materia Conocimiento del Medio se desdobla en
Ciencias Naturales y Ciencias Sociales, y desaparece
Educación para la Ciudadanía, que en ESO es sustituida por
un curso de la nueva Educación Cívica y Constitucional. En
el Bachillerato, vuelve a reconvertirse en Filosofía y
Ética.
La reforma educativa apostará por un fortalecimiento de las
asignaturas instrumentales, como las matemáticas, las
ciencias, la lengua y el inglés, “básicas para cimentar el
edificio de la educación”. En este refuerzo horario de estas
asignaturas, las lenguas están reprensentadas tanto por la
lengua común como por las lenguas cooficiales.
La enseñanza de idiomas será reforzada, en especial en lo
referido a las habilidades de expresión oral y comprensión
auditiva, que serán privilegiadas frente a la gramática. El
ministro de Educación indicó que la reforma educativa pone
la lupa en que los alumnos españoles compitan en el mercado
en igualdad de condiciones que un alumno francés o un
esloveno.
4. Modernización de la FP: Los ciclos de Formación
Profesional Básica sustituyen a los actuales Programas de
Cualificación Profesional Inicial y pasarán a ser de dos
años completos, considerados como educación básica,
obligatoria y gratuita, dirigidos a alumnos de 15 años.
Se introducen asignaturas en la FP de grado medio orientadas
a sectores profesionales y se facilita el paso hacia la FP
de grado superior desde una FP de grado medio. Ésta se
“moderniza”, según el Gobierno: habrá materias
instrumentales adaptadas al sector profesional
correspondiente y se facilita la continuidad en la superior
a través de materias optativas.
5. El Gobierno aumenta su capacidad de decisión sobre
contenidos: El Gobierno eleva su capacidad de decisión
sobre contenidos de asignaturas al 65 por ciento en las
comunidades con lengua cooficial y al 75 por ciento en el
resto de autonomías, es decir, diez puntos respectivamente.
“Se trata de reducir una dispersión de los contenidos
educativos que ya era inmanejable”, ha aseverado el ministro
de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, en la
rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde ha
explicado los principales ejes de este texto normativo.
Asímismo, ha negado que se trate de una “recentralización”
de las competencias autonómicas, sino que éstas permanecen
“intactas” en el anteproyecto.
Según Wert, las diferencias educativas entre autonomías es
algo que también “preocupa” a la Unión Europea. Por ello, ha
insistido en la necesidad de aumentar la proporción que
define el Estado sobre los contenidos y establecer un
sistema de evaluaciones “homogéneo”, si no, ha dicho, “no se
puede conocer la realidad del sistema educativo”.
6. El director de los centros aumenta su poder de toma de
decisiones: Los directores de los centros educativos
podrán elegir a sus colaboradores y adaptar los recursos
humanos a las necesidades del centro.
Los centros educativos tendrán autonomía para diseñar e
implantar métodos pedagógicos propios y los directores
necesitarán acreditar la superación de un curso de formación
específico.
7. Opción de educación diferenciada por sexo: Las
administraciones educativas podrán concertar con centros de
educación por sexos siempre que cumplan la convención
internacional sobre la lucha contra las discriminaciones en
la enseñanza, por lo que esta opción es válida. El Ejecutivo
propone “diálogo” para llegar a un acuerdo con las
aportaciones de todos y el compromiso de alumnos, familias y
profesores.
“Es fundamental que la reforma educativa sea sostenible en
el tiempo -añade-, pues su éxito se medirá en función de la
mejora objetiva de los resultados de los alumnos”.
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