PORTADA DE HOY
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ACTUALIDAD - SÁBADO, 15
DE SEPTIEMBRE DE 2012 |
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asamblea de ceuta. archivo. |
1ª FASE DE AMPLIACIÓN DEL PUERTO
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La Ciudad alega que el fallo judicial se
basa en “un defecto formal” |
El
Gobierno señala que la sentencia no cuestiona “los
argumentos que motivaron el archivo de la
autorización ambiental integrada” y devolverá el
expediente a tramitación
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CEUTA
Virginia Saura
ceuta@elpueblodeceuta.com |
La Ciudad salió ayer la palestra para defender su oposición
a otorgar la Autorización Ambiental Integrada a la empresa
‘Biocarburantes del Estrecho’ y aseguró a través de un
comunicado que la sentencia que anula esta decisión se basa
en “un defector formal”. No obstante, el Gobierno anunció su
intenció de acatar el fallo.
La Ciudad Autónoma no ha querido dejar pasar la ocasión de
defender la postura que adoptó al archivar la autorización
ambiental integrada para ‘Biocarburantes del Estrecho’. A
través de un comunicado, el Gobierno local quiso hacer
algunas “puntualizaciones” como que “el fallo judicial en
ningún caso se pronuncia sobre el fondo de la cuestión, sino
que se basa en un defecto formal durante la tramitación del
expediente”. En concreto, según explican desde la Ciudad, el
defecto se encuentra en que la Autorización Ambiental
Integrada (AAI) se emitió un día después de un informe del
departamento de Sanidad Ambiental, de la Consejería de
Sanidad y Consumo, que se realizó sin dar “el trámite de
audiencia” a la empresa y, por tanto, “sin dar la
oportunidad a la sociedad a que presentara alegaciones”.
En consecuencia, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo
dicta que la tramitación del expediente debe “retrotraerse”
a ese momento, al considerar que se ha producido “una
disminución de garantías” del recurrente, pero el Gobierno
señala que “en ningún caso se pronuncia con respecto a otra
consideración jurídica”. “De hecho, el juez estima que no ha
habido “ni mala fe” ni temeridad” en la resolución, de modo
que no condena a la Ciudad al pago de las costas del proceso
judicial”, alega.
Para el Ejecutivo, no hay más consideración jurídica en la
sentencia que “la inobservancia del trámite de audiencia” en
un informe de la Consejería de Sanidad emitido con
anterioridad a la AAI. Por ello, el Gobierno manifiesta que
la resolución de 11 de agosto de 2010 en la que se acuerda
el archivo de la tramitación de la autorización ambiental
integrada del proyecto para construir la planta “se
fundamentó en la defensa del interés general y en
particular, en el cumplimiento del Reglamento de Actividades
Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas, que prohibe la
implantación de instalaciones de esta naturaleza a una
distancia del núcleo urbano inferior a los 2.000 metros”.
Por último, la Ciudad Autónoma ha puesto de manifiesto su
intención de acatar la sentencia judicial, “como demuestra
su decisión de no recurrirla”. De este modo, el Gobierno
retrotraerá las actuaciones al momento en el que se omitió
el trámite de audiencia con respecto al informe de Sanidad
Ambiental para continuar con la tramitación del expediente.
Eso sí, el Ejecutivo local ha dejado leer entre líneas que
no está dispuesto a rectificar y que el resultado de la
nueva tramitación no será diferente.
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“La única motivación fue defender el interés general”
Tras conocer a través de los
medios de comunicación el fallo de la sentencia sobre la
construcción de la planta de biocarburante, el portavoz del
Gobierno, Guillermo Martínez, manfiestó que no había tenido
ocasión de leer el documento. “El hecho de que se haya
notificado a la Ciudad la resolución, no significa un
miembro del Gobierno la tenga encima de su mesa”, afirmó. No
obstante, el popular se adelantó al comunicado que
posteriormente emitió el Ejecutivo para asegurar que, en
cualquier caso, la Ciudad “acatará las sentencias judiciales
como ha hecho siempre independientemente de si son en
contra, a favor o neutras”.
Dicho eso, Martínez quiso dejar patente que no hubo ningún
interés particular ni político detrás de la decisión de
negar la autorización a ‘Biocarburantes del Estrecho’ y
aseguró: “La única motivación del Gobierno de la Ciudad era
la defensa del interés general, en concreto, vinculado a la
salud pública”. Por ello, el portavoz del Ejecutivo recordó
que está prohibido establecer una actividad industrial a
menos de 2.000 metros de un núcleo urbano, y que en ese
radio se encuentran instalaciones como el Colegio Ortega y
Gasset; el chalet de Ybarrola, o el Centro Comercial. Por
último, Martínez defendió que si ha habido un error
administrativo, la Ciudad acatará la sentencia y la hará
“cumplir”. Luego, añadió que “si el proyecto empresarial es
conforme a ley, magnífico”. Ahora, habrá que ver el
resultado del nuevo proceso que empezará a tramitar la
Ciudad Autónoma tras el auto judicial.
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