Este verano, las diferencias entre lo que ocurre en Ceuta y
en la frontera de Melilla con la inmigración ilegal son
ostensibles. Por un lado, mientras en Ceuta la presión es
prácticamente en un cien por cien por mar, en la otra ciudad
fronteriza con Marruecos se ven reeditadas las avalanchas de
decenas de subsaharianos por tierra. Muchos de ellos logran
superar el vallado fronterizo, a pesar de que este se
reforzó tras los sucesos de 2005, cuando 13 inmigrantes
perdieron la vida en asaltos masivos tanto a la valla
melillense como a la de Ceuta. En Melilla se instaló un
nuevo sistema reforzado por cables de acero situados entre
el doble vallado para dificultar los asaltos.
En el caso de Ceuta, los inmigrantes que se encuentran en
Marruecos a la espera de cruzar a Ceuta acampan en los
montes de Wad Marsha, cerca del Perejil, una zona más
alejada que la de años anteriores, los bosques de la
localidad limítrofe de Beliones. En Melilla, estos
campamentos se concentraban habitualmente en el monte Gurugú,
próximo a la ciudad autónoma, aunque este año se ha abierto
una nueva vía desde las costas marroquíes hasta las islas y
peñones españoles, tanto Chafarinas como Alhucemas.
El último asalto masivo se produjo en Melilla la noche del
pasado sábado. Según informaba ayer la agencia Efe, se ha
reforzado la zona en la que se produjeron las últimas
avalanchas, en las compuertas hidráulicas del Río de Oro, la
única zona que no cuenta con el doble vallado y por la cual
accedieron más de 60 inmigrantes de los 450 que lo
intentaron en dos tentativas en apenas unas horas. A los
subsaharianos que accedieron a través de la valla el pasado
sábado se suman los más de 20 que fueron trasladados a
Melilla el domingo tras la llegada al Peñón de Alhucemas de
una patera con 41 inmigrantes a bordo, entre ellos seis
mujeres y dos menores.
Durante toda la noche, un helicóptero de la Guardia Civil
sobrevoló el perímetro fronterizo, un elemento disuasorio
que se emplea para evitar posibles asaltos al vallado
perimetral.
Melilla ha vivido este domingo una de las peores jornadas en
materia de inmigración de los últimos años, que ha
coincidido con la finalización en Marruecos del mes sagrado
de Ramadán y la celebración del Aid El Fitr.
La Delegación del Gobierno de Melilla resalta, en
delcaraciones que recoge también Efe, la necesidad de
abordar en la próxima Reunión de Alto Nivel (RAN) entre
España y Marruecos, en septiembre, “la inaplazable lucha
contra las mafias ilegales que fomentan el tráfico de
personas y que están explotando nuevas vías de acceso al
territorio español, a través de los peñones y archipiélagos
de soberanía nacional más próximos a la costa marroquí”.
|