El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad
publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la
resolución por la que se actualiza la lista de medicamentos
con financiación pública del Sistema Nacional de Salud. La
medida, que según el Ministerio, supondrá un ahorro anual de
450 millones de euros, no ha sido bien vista por el
colectivo farmacéutico, que la consideran un nuevo ataque a
un sector que no supone “ni el 12% del gasto total en
sanidad”, tal como explica el presidente del Colegio del
gremio.
Mucolíticos, antitusivos, lágrimas artificiales,
medicamentos para las hemorroides o para el estreñimiento o
geles antiinflamatorios son algunos de los grupos de
medicamentos que desde el 1 de septiembre quedarán excluidos
del sistema de financiación pública. Esto significa que si,
por ejemplo, ‘Enangel’ (antiinflamatorio) costaba 2,75 para
quien paga el 40%, ahora costará 6,95 euros, o el ‘Ambroxol’
(para los mocos), que costaba 0,80 ahora y que se venderá
por 2,05 euros. A esto se le suma que “no se sabe aún” si al
excluirlos de la Seguridad Social “se le subirá el precio al
medicamento”, tal como cuestiona la farmacéutica María
Dolores Ruiz. “La desfinanciación de todos estos productos
supone un desembolso importante para el bolsillo del
ciudadano”, lamenta Ruiz, quien explica que “no sólo se
ataca a la farmacia, también el ciudadano”.
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad
publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la
resolución por la que se actualiza la lista de medicamentos
con financiación pública del Sistema Nacional de Salud. Se
trata de la revisión anunciada por la ministra, Ana Mato, el
pasado 27 de junio. Es, según explican desde el Ministerio
de Sanidad, una medida incluida en el Real Decreto-ley
16/2012 de medidas urgentes para garantizar la
sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, que tiene por
objetivo ahorrar “450 millones de euros anuales”.
“El objetivo principal es mantener la capacidad financiera
del Sistema Nacional de Salud para potenciar la entrada en
el sistema de nuevos medicamentos que sean necesarios para
tratar las enfermedades más graves e invalidantes”, explica
la nota, en la que se recoge que en palabras de Mato, “se
deja de financiar medicamentos no esenciales y así se
asegura el acceso a todos los fármacos necesarios para las
enfermedades que ponen en peligro la vida de los ciudadanos,
sin importar su coste”.
Sin embargo, el colectivo farmacéutico no comparte esta
opinión. El presidente del Colegio de Farmacéuticos de
Ceuta, Antonio J. Ruiz, apunta que esta medida “vuelve a
incidir sobre el gasto en medicamento que, en definitiva, no
es ni el 12% del gasto total en sanidad”. “Para actuar sobre
la crisis en el sector sanitario se debería actuar sobre la
estructura sanitaria”, propone.
En este sentido, Ruiz considera que la incidencia sobre ese
sector responde a que es “el más controlado” y el que se
conoce su gasto euro a euro, “al céntimo”. “Probablemente no
se sepa qué gasto tienen los medicamentos en hospitales o el
gasto de la estructura sanitaria”. “El control sobre una
cosa muy controlada es fácil, lo dificil es controlar lo
descontrolado”, apostilla el farmacéutico, quien señala que
el gasto llegó a representar hasta un 16%.
“El paciente esta soportando los cambios con resignación”,
reconoce Ruiz, quien agrega que desde la implantación del
copago ha habido una bajada del 20 o 25% en la compra de
medicamentos en todas las comunidades autónomas.
La lista
La lista incide, según explica el farmacéutico, en lo que el
Ministerio considera “síntomas menores” o en aquellos
fármacos de los que “ya existe algún medicamento en el
entorno europeo, mientras en España se seguía manteniendo el
sistema nacional”.
En concreto son 417 los medicamentos que dejarán de estar
financiadas con carácter general. No obstante, 97 de estos
fármacos mantendrán la financiación pública para
determinadas indicaciones, en general para tratar
enfermedades graves o crónicas.
El presidente del Colegio lamenta, además, que el Ministerio
“no ha tenido en cuenta ni criterios científicos ni la
opinión del sector”.
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SATSE y USO consideran que esta medida tendrá “efectos
negativos”
“Más recortes y más restricciones,
eso es lo que supone esta medida; no son medicamentos
importantes, pero sí lo utilizan un ratio bastante grande de
personas”, apunta el sindicato USO en relación a la lista,
publicada ayer en el BOE, de medicamentos que quedan
exluidos de la financiación pública. “El Gobierno recauda
por todas las vías”, agrega. De la misma opinión es el
Sindicato de Enfermería. SATSE explica que “no suponen un
ahorro significativo y perjudican directamente a los
ciudadanos, que tienen que hacer nuevos esfuerzos
económicos”. “El copago o repago en Sanidad tiene efectos
negativos a corto y a largo plazo. A corto plazo, dificulta
el acceso a las prestaciones sanitarias para los enfermos
con menos recursos y los pensionistas, y a largo plazo, abre
la puerta al desmantelamiento de la Sanidad pública y la
expansión de la Sanidad privada”, subraya.
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