El viernes día 20 de julio daba comienzo, por la noche, el
Ramadan, un mes indispensable para cumplir con uno de los
pilares fundamentales del Islam. Más de 1.200 millones de
personas repartidas por diferentes países, pertenecientes a
un amplio abanico de grupos étnicos y culturas, permanecerán
unidas con un objetivo común: desarrollar el ayuno durante
un mes considerado sagrado, por su vinculación a la
revelación coránica.
Mencionar la palabra Ramadan implica necesariamente hacerlo
en términos de esfuerzo, de autocontrol, de acercamiento, de
aprendizaje, de abstención, de hazaña y un sinfín de
beneficios.
El viernes día 20 de julio, la mayoría de la Ummah islámica
comenzó el ayuno del Sagrado Mes de Ramadán. Otros países,
incluyendo Marruecos, Siria e Irán dieron inicio al mes el
sábado.
En España, más de un millón y medio de musulmanes comenzaron
dicho ayuno. En América Latina, varios millones de
musulmanes de varios países dieron también comienzo a esta
obligación religiosa.
Durante el mes de Ramadán, los musulmanes se abstienen de
ingerir alimentos, bebidas, fumar o mantener relaciones
sexuales desde el Fayr (poco antes del amanecer) hasta el
Magrib (el período que precede a la caída del sol).
Con motivo de este mes sagrado, la Federación Musulmana de
España (FEME) desea felicitar a todos los musulmanes por el
inicio de este mes sagrado de Ramadán, en el que el Sagrado
Corán fue revelado al Profeta Muhammad.
En Ceuta, el inicio del Ramadán se producía de manera
oficial el viernes 20 de julio, con un acto protocolario en
la barriada de Benzú, al que asistió el presidente de la
Ciudad Autónoma, Juan Vivas, que estuvo acompañado por el
presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta,
Laarbi Al-Lal Maateis.
Tuvo lugar en la mezquita de Ibn Ruchd, concretamente en el
centro cultural de dicho centro religioso ceutí. Se trataba,
por un lado, de expresar el apoyo institucional a la
religión musulmana -tan extraordinariamente importante en la
vida social ceutí- y también de poner en valor la excelencia
de una barriada tan ceutí como es la de Benzú.
“Una querida barriada de Ceuta”, como expresó el propio
presidente de la Ciudad.
En este sentido, el presidente Juan Vivas quiso felicitar
“de todo corazón, en nombre de todos los ceutíes, a la
querida comunidad musulmana de Ceuta”.
Y es cierto, en las calles, los no musulmanes, saludan a sus
vecinos de religión islámica, les preguntan cómo están, como
viven el Ramadán, y se felicitan con ellos por el desarrollo
de un mes que no es un simple ayuno, sino una muestra de
solidaridad, de profundización en el interior de la persona,
de expresión de sentimientos y religiosidad.
También el presidente de la Comunidad Islámica de Ceuta,
Ahmed Hachmi Lamrani, quiso agradecer al inicio del Ramadán
el apoyo de instituciones y empresas privadas en cuanto a
brindar facilidades a los musulmanes para poder cumplir con
sus obligaciones religiosas.
Lamrani felicitó efusivamente a todos los musulmanes por la
celebración del Ramadán y aprovechó para pedir a todos el
“máximo respeto” durante la celebración.
En especial quiso dirigirse a los más jóvenes, exhortándoles
a que vivan en paz y den “ejemplo” de convivencia con otras
comunidades. Especialmente este ejemplo, según Lamrani, debe
darse por la noche, cuando se rompe el ayuno, de cara a las
demás comunidades que comparten, junto con la musulmana, el
día a día de Ceuta, como son la cristiana, la israelita y la
hindú.
“Pedimos paz y salud para todos y una convivencia llena de
armonía y felicidad para toda la ciudadanía”, de Ceuta, “con
el destino de Al-Lah. Con esfuerzo de todos podemos lograr
muchísimo, con ayuda de Dios”, puso de manifiesto el
presidente de la Comunidad Musulmana de Ceuta.
Y es cierto, como se vive en las calles ceutíes, que la
comunidad musulmana está dando un verdadero ejemplo de fe,
de religiosidad, de solidaridad, de convivencia, de
exigencia para con uno mismo, que es el primer paso para
poder construir una sociedad que roce la perfección.
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