Las obras que han comenzado en el conjunto histórico de la
Puerta Califal constituyen una de las intervenciones más
singulares en el patrimonio ceutí. El objetivo de estos
trabajos es convertir en Museo unos restos arqueológicos y
de edificaciones que abarcan nada más y nada menos que dos
milenios de la historia ceutí. Las obras, con un presupuesto
de 1,8 millones de euros y financiadas en un 75% por el
Programa del 1% Cultural del Ministerio de Fomento, corren a
cargo de la empresa Jomasa.
Descubierta en 2002
Como observador de los trabajos que realizaba la empresa de
georradar para escudriñar las entrañas de las Murallas
Reales, y asesor de Jomasa, acudió ayer a la obra el
arquitecto Carlos Pérez Marín. Él fue, junto a al arqueólogo
Fernando Villada o el Cronista Oficial José Luis Gómez
Barceló, entre otros, una de las personas que hace ahora
diez años, a finales de junio de 2002, descubrieron en un
habitáculo del interior del Parador La Muralla una puerta
monumental que identificaron de inmediato como de la época
Califal (siglo X). El hallazgo se produjo durante una visita
programada con motivo de las ‘I jornadas de estudios sobre
fortificaciones’.
A partir de ahí, diversas fases de excavación y estudio han
ido revelando la singularidad y valor de lo que no es sólo
ya una espectacular puerta medieval que se conserva casi
intacta, sino de una serie de paramentos de las murallas y
de otros vestigios de la Ceuta romana, bizantina y, con
posterioridad, renacentista (momento en el que los
portugueses construyen las Murallas Reales amortizando las
anteriores) e incluso de época moderna.
Todo ello, desde al menos el siglo I d.C hasta nuestros
días, será lo que, una vez finalice el proyecto, tendrán la
oportunidad de conocer los visitantes de este nuevo Museo,
que será uno de los más espectaculares del ya rico
patrimonio histórico ceutí.
|