Durante las charlas que se llevarán a cabo en la catedral
hasta el 23 de septiembre, el guía Gabriel Fernández
explicará que los principales daños del templo ceutí son
consecuencia del “mal estado de conservación de su cubierta
y la falta de impermeabilidad en la misma”. Y es que, las
filtraciones de agua han originado diversas “patologías” en
el interior del templo, como manchas de humedad en las
bóvedas y en los muros, junto a desprendimientos en los
revestimientos, llegando a afectar a las fábricas y
morteros. En las arquerías de la nave central estas
humedades han causado la aparición de fisuras en el
entablamiento de las arquerías, es decir, en la unión con el
crucero. En otros casos, las bóvedas empapadas han terminado
por perjudicar a las estructuras de soporte inferiores.
Además, en las cubiertas de la nave central, brazos de
crucero, cimborrio y linterna, sagrario, presbiterio y
girola se observan abundantes tejas desprendidas o movidas y
huecos con puntos de entrada de agua.
Por otra parte, Fernández explica, al igual que el jefe de
obra de la empresa ‘Cyrespa Arquitectónica S.L.’, que la
apertura de buhardillas de ventilación ha causado la
“debilidad estructural de los paños de la cubierta de la
nave central”. De hecho, en torno a estas aperturas se han
tenido que colocar puntales permanentes. Además, estos
problemas estructurales se ven agravados en las fábricas de
madera por la acción de hongos e insectos xilófagos
-termitas y polillas-, que producen “pudriciones y pérdidas
de sección en las piezas”.
La intervención del Instituto de Patrimonio Cultural de
España (IPCE), se centrará en la nave central, el crucero,
el deambulatorio de la girola y la capilla del Sagrario.
Para evitar las filtraciones de la cubierta, se colocará un
nuevo tablero impermeable, tras lo que volverá a cubrirse
aprovechando el mayor número de tejas originales.
Además se sustituirán cerchas y vigas con un deficiente
estado estructural. Los muros perimetrales también serán
saneados mediante su picado manual y en la linterna, por
ejemplo, se eliminarán los elementos metálicos deteriorados
anclados a la superficie exterior de la cúpula.
Las losetas cerámicas vidriadas, algunas con manchas de
humedad, serán levantadas para sanear la superficie. El
proyecto de restauración pertenece a la empresa Yamur, y el
arquitecto Pedro Gurriarán visitará estos días la obra. La
inversión por parte del ministerio ha sido de 368.514 euros.
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