El hecho de que un camión salga ardiendo en la bodega de un
barco ya es grave, máxime si se produce en el transcurso de
la Operación Paso del Estrecho. Éste es el supuesto al que
se enfrentaron los equipos de emergencia y seguridad anoche,
minutos antes de las 01.00 horas, en el barco ‘Passió per
Formentera’ de la compañía Baleària, en el puerto ceutí, en
un simulacro que puso a prueba la capacidad de actuación y
las decisiones que hay que tomar sobre la marcha. Estuvieron
coordinadas en todo momento por el propio delegado del
Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, que incluso
estuvo a pie de barco, dirigiendo las actuaciones. Tras
conocerse el incidente desde el barco se pone en
conocimiento del Centro de Control y Servicios de la
Autoridad Portuaria, que preside José Torrado. Ésta, a su
vez, comunica la incidencia al jefe de servicio de la
Policía Portuaria, Luis Castillo, quien finalmente pone en
actividad a numerosos medios.
Guardia Civil, Bomberos, 061, Policía Nacional, Policía
Local, Policía Portuaria, Cruz Roja... Todos ellos
estuvieron perfectamente coordinados para dar respuesta a
una situación muy complicada que podría haberse producido en
cualquier momento de la Operación Paso del Estrecho.
Los bomberos tuvieron un especial protagonismo, puesto que
fueron ellos los que en primer lugar llegan al lugar de los
hechos. Tres vehículos con nueve bomberos entran en el lugar
peligroso, que está lleno de humo y mediante cámaras
térmicas localizan el lugar en donde se encuentra la persona
inconsciente, en peligro por el intenso humo. Medios humanos
y técnicos fueron las claves del equipo de socorro
inmediato. Pero no sólo eso, sino que en efecto todos los
implicados en el servicio de salvamento -vuelve a
advertirse, sin conocimiento previo- realizaron una labor
extraordinariamente profesional, que da muestra de que el
paso del Estrecho, día a día, es seguro.
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