El
contingente, formado por 232 militares,
aterrizó ayer en Málaga y un centenar de ellos puso
rumbo a Ceuta donde familiares y amigos les
recibieron a pie de barco
Los
militares coinciden en que lo más duro ha sido
“estar alejado de la familia”, pero en la base no ha
faltado apoyo y tampoco los partidos de la selección
española