Dos testigos presenciales relataban ayer a EL PUEBLO con
todo lujo de detalles en la playa del Tarajal cómo, a
primera hora, una moto de agua dejaba cerca de la orilla a
dos subsaharianos. Según su relato, la moto superó la línea
de boyas que marca la presencia de la red anti-medusas y les
dejó en un punto en el que podían salir a pie del agua. A su
llegada a tierra, los dos hombres comenzaron a correr “en
dirección al Príncipe”.
A pesar de estos testimonios la Guardia Civil no tenía ayer
constancia de esta nueva llegada clandestina, y por la
tarde, los inmigrantes tampoco habían llegado al Centro de
Estancia Temporal (CETI). No obstante, lo cierto es que en
las últimas semanas sí se ha observado esta como una de las
modalidades de entrada a Ceuta, en ese “goteo” que por el
momento no se parece en nada a las llegadas masivas del
pasado año.
De acuerdo con los datos oficiales de la Guardia Civil, a lo
largo del pasado mes de junio fueron cerca de media docena
los casos registrados de llegadas clandestinas a bordo de
motos acuáticas. La pasada semana, se han dado, según
corroboraban también en el CETI, tres casos, el de dos
argelinos y un subsahariano.
Tal como han relatado los propios inmigrantes, por ejemplo,
el subahariano llegado estos días, procedente de la
República del Congo, esta modalidad de pase a Ceuta sólo
está al alcance de los inigrantes con más recursos
económicos, pues cuesta al rededor de 1.000 euros.
Un coste parecido tiene el pase clandestino en embarcaciones
de pesca, de los cuales ha habido otros dos casos conocidos
en el Centro de Estancia Temporal. El resto, siempre en
grupos pequeños de cinco o seis personas como mucho, ha
accedido a territorio nacional en pequeñas balsas hinchables.
Mientras los pases en moto de agua se dan por el Tarajal,
donde el blindaje de la playa y el espigón llevado a cabo
por parte de las fuerzas de seguridad y el ejército
marroquíes hacen inviables los intentos masivos de entrada a
nado que se produjeron en 2011. Ahora, los inmigrantes se
lanzan al agua desde mayor distancia de Ceuta, al igual que
ocurre con las balsas, que parten de la zona de Beliones
pero en dirección al Estrecho, por lo que son localizados
lejos de la costa ceutí. Este fue por ejemplo el caso de la
embarcación rescatada por la Salvamar Gadir el pasado lunes
a 8 millas en el Estrecho con cinco inmigrantes a bordo.
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