Una de las cuestiones que se han tenido en cuenta a la hora
de redactar el pliego de prescripciones técnicas del
servicio de limpieza es el fomento del reciclaje. Así, el
contrato contempla la instalación y mantenimiento de 150
“áreas de aportación” para la recogida selectiva
distribuidos por toda la ciudad. Cada punto de acopio, “a
nivel de acera” deberá estar formado, según se especifica,
por cuatro contenedores, para “envases, vidrio, cartón y
resto”.
Con el fin de adelantarse a escenarios futuros y dado que el
contrato tiene una vigencia de una década prorrogable, se
especifica que en el momento en que la ciudad “ya cuente con
la infraestructura adecuada para el procesamiento de la
materia orgánica (Planta de Tratamiento) la adjudicataria
vendrá obligada inmediatamente a implantar en todas y cada
una de las áreas de aportación existentes los nuevos
contenedores para la fracción resto”. Esta “fracción resto”
ya no estará constituida por materia orgánica, lo que, según
se explica, “implicará que la adjudicataria deberá hacer
extensivos sus servicios de recogida selectiva a esta
fracción y deberá aplicar los servicios de lavado y
mantenimiento a los nuevos contenedores”. La adjudicataria
tendrá la obligación de “renovar completamente el parque de
contenedores específicos para papel, vidrio y envases
ligeros” hasta alcanzar la ratio por habitante, que se ha
actualizado.
Este tipo de medidas se completarán, como señala el
consejero de Medio Ambiente, Gregorio García Castañeda, con
programas como el que contempla la instalación de “puntos
limpios” en todos los colegios, una iniciativa de carácter
educativo.
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