El servicio médico del CETI recibe diariamente una treintena
de visitas. La asistencia sanitaria de Atención Primaria es
una de las vertientes que atiende este servicio sanitario,
al que el Ministerio de Empleo ha renovado la asignación
presupuestaria para este módulo, con el mismo importe que en
el ejercicio precedente, 120.000 euros para pruebas médicas
y material y las nóminas de un médico, ocho enfermeras, dos
auxiliares y una administrativa. Las otras dos vertientes
que cubre este servicio, que se convenia con Cruz Roja, son
la vigilancia epidemiológica y, en colaboración con la
Consejería de Sanidad, la formación.
Los artículos 164 y siguientes del Reglamento de Ejecución
de la Ley de Extranjería establecen que los CETI (Centro de
Estancia Temporal de Inmigrantes) deben prestar asistencia
sanitaria básica. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social
es el que se encarga en Ceuta de incluir en su partida
presupuestaria un importe asignado a las labores del módulo
sanitario del que dispone el CETI. “Hemos hecho un esfuerzo
muy grande para, con las restricciones presupuestarias,
mantener este servicio, después, además, de que a finales de
año se dudase por parte de Cruz Roja de su continuidad”,
explica el director del centro, Carlos Bengoechea, quien
confirma que Empleo ha renovado este presupuesto.
“Logramos que en el decreto de prórroga se incluyese esta en
las mismas condiciones, y estamos aún viviendo de ese
decreto porque los presupuestos no se han aprobado todavía,
pero a lo largo de estos días se ha incluido el nuevo texto
de convenio para mantenerlo y para que se renueve cada
finales de año. El nuevo convenio aparecerá en los
presupuestos del Estado”, matiza Bengoechea.
El presupuesto asignado para este módulo sanitario lo
conforman el importe de las nóminas -se redujo a finales del
año pasado de tres a un médico- y 120.000 euros para
material y pruebas, todos aportados por el citado
Ministerio. Este servicio está conveniado a su vez con Cruz
Roja. El cómputo total del módulo ascendía, antes de esta
reducción, a 800.000 euros.
Tres vertientes
El servicio sanitario que presta el CETI tiene tres
vertientes. La primera de ellas es la vigilancia
epidemiológica; la segunda es la medicina asistencial, y la
tercera, la formación y pedagogía. El objetivo de la primera
es garantizar que se trate al inmigrante que entra en Ceuta
en el caso de que venga con alguna enfermedad de su país. El
protocolo, tal como lo explica el doctor Sergio González, es
el siguiente: el día de llegada, lo primero es una ducha con
un champú antiparasitario, la ingesta de una pastilla
antibacteriana y una exploración superficial. A
continuación, se le hace, entre otras pruebas, la de la
tuberculosis, así como otra serie de exploraciones. A los
quince días, les hacen una analítica. “Unos 28.000
inmigrantes han pasado por el CETI, tan sólo unos veinte han
tenido tuberculosis”, apunta el médico. El año pasado, de
1.402 entradas, apenas se detectaron cuatro casos de VIH.
“En la entrada se le hacen pruebas para detectar casos de
VIH, sífilis, hepatitis, tuberculosis y otras enfermedades;
si dan positivo se les da el tratamiento adecuado”, explica
Bengoechea. “Es un centro en régimen abierto, en el que los
inmigrantes pueden circular por la ciudad y relacionarse
libremente con las personas de Ceuta, y además hay una
concentración importante de personas -su capacidad es de 512
plazas- que viven en un espacio reducido”.
Unas treinta personas acude al día a este servicio. Las
patologías más frecuentes, aunque con poca incidencia, son
hepatitis, tuberculosis o infecciones bacterianas,
relacionadas con el medio de vida que han tenido hasta
llegar a Ceuta. Una vez en el centro, contusiones y
resfriados son las dolencias más comunes.
La segunda ‘pata’ del servicio sanitario que presta el CETI
es la asistencia durante su estancia en el centro. El módulo
lo componen un médico, ocho enfermeras, dos auxiliares de
clínica y un auxiliar administrativo. “Hacemos una
contribución muy importante a la sanidad pública de Ceuta
porque con este departamento médico tenemos cubierta la
asistencia sanitaria todos los días, las 24 horas”, apunta
Bengoechea. “Esto supone descargar en condiciones normales a
la Sanidad ceutí, porque de no tenerlo, tendría que hacerse
cargo el Ingesa, ya sea por el área de Urgencias en el caso
de los adultos mayores de 25 años, o porque así se establece
para las madres gestantes y para las solicitudes de asilo
trasmitidas admitidos a trámite”, recuerda Bengochea. En el
caso concreto de las embarazadas, aunque el parto se realice
en el Hospital, en el CETI se dan los cuidados de
Obstetricia. Del mismo modo, el centro dispone de áreas
específicas de Psicología, Pediatría, pacientes con
psicotropos -”sobre todo para el colectivo argelino”,
explica el médico- y enfermedades crónicas.
En el caso de que necesiten del especialista, se deriva al
Ingesa, a través de un pacto de colaboración mutua De este
modo se ha llevado hasta ahora y así confía Bengoechea,
después de planteárselo al delegado del Gobierno, Francisco
Antonio González, que siga siendo con el nuevo equipo
gestor, aunque está a la espera de reunirse estos días con
el director territorial, Fernando Pérez-Padilla, según
recalca Bengoechea. “El Ingesa se hace cargo de este menos
del 1%, y nosotros de la asistencia primaria”, apunta
Bengoechea. “Es bueno para las dos instituciones y es bueno
para la ciudad porque la gente esta controlada y atendida”,
agrega.
|