La autoridad judicial, en este caso, el titular del Juzgado
de Instrucción número 2 de la ciudad, dejó ayer en libertad
a los 15 subsaharianos detenidos este lunes por su
implicación en la reyerta de Bermudo Soriano. Sindicatos
policiales, tanto del CNP como de la Policía Local, muestran
su preocupación por los problemas que genera el ‘reparto’
del ‘trabajo’ de estos inmigrantes en los centros
comerciales y la violencia con la que actúan.
Los quince subsaharianos detenidos el lunes por la reyerta
de Bermudo Soriano quedaron ayer en libertad tras declarar
ante el juez. Once de ellos fueron arrestados por desórdenes
públicos, mientras que los otros cuatro lo fueron por
atentado a agente de la autoridad, ya que en los disturbios
resultaron heridos un miembro del Cuerpo Nacional de Policía
(CNP) y otro de la Policía Local.
Tal como informaron desde la Jefatura Superior de Policía, a
lo largo de la mañana se acabó con las diligencias en
comisaría, y los detenidos pasaron a disposición del juzgado
de guardia, el de Primera Instancia e Instrucción número 2.
Aunque hacia las 13.30 horas la secretaria judicial afirmaba
que los trámites se alargarían hasta la tarde, puesto que
había en esos momentos “40 detenidos” a los que tomar
declaración, a las 15.30 horas los 15 inmigrantes habían
quedado ya en libertad. Desde el Juzgado, ya por la tarde,
no se quiso aportar más información o detalles acerca de si
la libertad decretada para estos subsaharianos, todos
residentes en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes
(CETI), lo es o no con cargos o en qué condiciones se
estableció la medida para cada caso.
En relación con este asunto, sindicatos policiales, tanto
del CNP como de la Policía Local, muestran preocupación.
De estos últimos, el representante de USO, Manuel Benítez,
manifestaba en primer lugar que las leyes “están para
aplicarlas pero que “difícilmente” puede hacerse cuando se
trata de extranjeros y más en la situación en la que están
estos inmigrantes”. “Si hubiese sido un nacional,
probablemente el juez lo hubiera dejado en prisión hasta el
juicio o le habría aplicado un juicio rápido pero con estos
extranjeros que no tienen documentación, que están en un
centro de estancia temporal y demás, si se les condena, la
pena se conmuta por la deportación, con lo cual el trámite
es el mismo que si no hubiera hecho nada”, explica.
“Barrer en el desierto”
De ahí que la “presión” a la que se ve sometida en este caso
la Policía Local sea como “barrer en el desierto”, ya que
los inmigrantes, apunta, “están totalmente informados de lo
que hay y saben que por mucho que hagan, a no ser que sea un
delito de sangre con lesiones muy graves, no van a entrar en
prisión”.
El problema de estos casos concretos estriba, según Benítez,
en que se está permitiendo a estos inmigrantes “que hagan
actividades de aparcacoches y otras que no están permitidas
por las ordenanzas”, pero la Policía Local “los quita de
donde están y a la media hora vuelven y otra vez, y si los
sancionas, como no tienen recursos no pagan, con lo cual,
les da lo mismo”. “Es una situación que soportamos a diario
y que no ha sido ni la única ni la última vez que pase”,
concluye el representante de USO.
Como solución, Benítez plantea “regularizar esta situación
mediante una norma especial, porque con las medidas que
tenemos tanto en el Código Penal como en las ordenanzas
Municipales no llegamos a ningún sitio”.
Por su parte, Luis Mateo, de la sección sindical de UGT en
este mismo cuerpo, señala que cada vez que se abre un centro
comercial nuevo, como es el caso del ‘Día’ de Bermudo
Soriano, “hay reyertas por adueñarse de ellos para cuidar
coches y ayudar a llevar los carros y las bolsas”. “Hay que
estar con mucho cuidado porque esta gente no tiene nada que
perder y si se tienen que llevar a uno por delante se lo
llevan”, afirma. Mateo coincide con Benítez al señalar que
en el momento que inician una trifulca “como te metas en
medio no miran ni uniformes ni nada, ni si pasa una familia
por ahí o cualquier ciudadano que esté en ese momento en el
lugar”.
En opinión de Mateo, es la Delegación del Gobierno la que
“debería poner cartas en el asunto y hacerse cargo de este
tipo de personas y ver quiénes son los más violentos y los
que más problemas producen en la ciudad y tomar medidas”
Por su parte, el secretario general de la Unión Federal de
Policía (UFP), Fernando Guerrero, manifestó que la cuestión
estriba en que este tipo de hechos no se conviertan en una
“dinámica”. “Tienen que actuar todos los poderes, la
policía, como lo hemos hecho, y la Justicia aplicando las
leyes, y si es un delito de atentado a la autoridad, en base
a ese delito y no a una falta, para que no se produzca una
reiteración de estos casos y vean que hay respuesta”,
asevera. “Que no queden impunes es la única forma de que
estos sean hechos aislados porque participar en una riña
tumultuaria, acometerse mutuamente con elementos peligrosos,
es un delito”, concluye.
“Las autoridades judiciales nos sorprenden”, afirma Andrés
Carrera, del sindicato SUP, quien opina que “parece que sale
gratis delinquir, ponerse frente al orden y al buen hacer;
sale gratis agredir a los agentes de la autoridad y quienes
lo hacen no reciben la sanción que las leyes establecen”,
asegura.
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Estos grupos actúan con una “violencia extrema”
El representante de USO en la
Policía Local, Manuel Benítez, explica que los inmigrantes
“se dividen la ciudad por territorios, dependiendo de su
nacionalidad, y de eso tenemos conocimiento evidentemente”.
“El problema se da cuando uno se mete en el territorio del
otro”, afirma, para agregar que este tipo de conflictos son
una constante en zonas como la del puerto, en torno al
‘control’ de supermercados como el ‘Lidl’ o el ‘Día’. “Ahí
es horroroso y los compañeros de la Policía Portuaria y de
la Guardia Civil están como nosotros, es quitarlos para que
a la media hora vuelvan a estar ahí”. Benítez resalta que
cuando se enfrentan, los subsaharianos muestran una
“violencia extrema”. “Nosotros contamos con ello y tenemos
especial cuidado porque no tienen miramiento alguno,
cualquier medio contundente a su alcance es válido para
agredir al que tienen enfrente”.
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