La nueva medicina ortomolecular y los grandes gurús de la
neuroendocrinología como los doctores Dharma y Chopra en sus
exclusivas clínicas americanas hacen de la vejez un fenómeno
reversible, lo que no quiere decir que un abuelo adquiera el
tono de un mozalbete, pero sí apuntan a tratamientos que
tratan de frenar la oxidación celular y el deterioro tanto
físico cómo mental.
Quienes somos fervientes seguidores de la medicina
cuerpo-mente entendida como un “todo” y creemos en las
virtudes sanadoras del reiki y del poder de sanación innato
en algunas personas, siempre lo tenemos todo más fácil. Y no
es por el efecto “placebo” sino porque de verdad estamos
convencidos de que la longevidad es una asignatura que hay
que “empollar” toda la vida y que depende de múltiples
factores, muchos de ellos culturales. Por ejemplo, si en
Occidente hablamos de una persona de más de 70 años lo
asociamos normalmente con achaques “de la edad”, rigidez en
las articulaciones, problemas incluso de movilidad, lo
normal. Que para un médico chino es “lo anormal” ya que en
sus consultas geriátricas cuando examinan a un abuelo o a
una abuela, la primera prueba es ordenarles que hagan una
flexión y se toquen los dedos de los pies y el 90% lo hace
sin ninguna dificultad. Porque dentro de su cultura la
práctica diaria del tai-chi, del Chi-kung y del yoga es algo
habitual y forma parte de sus rituales de salud, cómo puede
ser en los occidentales el acudir a un gimnasio , el andar o
hacer el mínimo ejercicio. Para muchas de las culturas
orientales mantener la flexibilidad en todas las edades a
fuerza de disciplinas físicas es el mejor remedio contra la
vejez. Aunque la alimentación también les ayuda a mantenerse
saludables ya que su dieta está integrada básicamente por
arroz, soja, pescado y vegetales, es decir, una dieta
cardiosaludable a tope. Y encima beben té que es un potente
antioxidante amen de diurético. De hecho en las clínicas
españolas anti-aging que prescriben carísimos tratamientos
(el Rey va a la Dexeus que vale una pasta) mandan mucho té y
cómo a algunos no nos gusta optamos por comprar las
Arkocápsulas de Ortosifón que es un tipo de té o de té verde
o té negro y las tomamos tragadas con agua. Ahora bien
estamos los que consideramos odiosas las frases hechas y las
coletillas tipo “llevar una alimentación saludable con
frutas y verduras y hacer ejercicio” Más repetido el tema
que las patatas ali-oli, de hecho considero que la única
alimentación sana que no resulta aburrida e insípida está
conformada por las exquisitas comidas hindú, la pakistaní,
la china y la japonesa. Lo de la “sana dieta mediterránea”
tiene sus matices porque a los mediterráneos del cerdo nos
gustan hasta los andares y no se puede decir que la grasa
sea excesivamente beneficiosa para nada. Lo mejor sería que
las nuevas generaciones de la globalización aprendieran a
cocinar de otra forma y aprovecharan las ventajas culinarias
de otras culturas ¿O es que la soja no es un alimento
mágico? Pues lo es, pero a mí me disgusta, sabe rara y por
eso me la tomo en forma de proteína de soja pura de la casa
Santiveri. Proteína de soja y proteína de colágeno de la
casa Colagenist para la piel y los cartílagos ¡un asco de
polvos con agua! Pero es requisito de obligado cumplimiento
si se quiere decir ¡zape! a la vejez. Igual que tomar el
revidox o el resveratrol antioxidantes. Y olvídense del
tabaco, porque me ofrezco a fumar en homenaje a ustedes
(fumar si se toma vitamina C, zinc, selenio y vitamina E)
Todo sea por renovarse cada primavera de cada año
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