El Ministerio de Defensa, a través de la USBA, mantiene un
equipo formado por tres o cuatro militares vigilando los
alrededores del CETI para que no proliferen ‘refugios de
circunstancias’ o chabolas. La semana pasada eliminaron
plásticos y ramajes. Hace un mes destruyeron las última de
estas chabolas en suelo militar. A principios de año, una
empresa terminó con el grueso de estas ‘casetillas’ que se
construyen los inmigrantes para pernoctar fuera del centro.
El CETI llevó a cabo en febrero una campaña informativa para
concienciar de los peligros y riesgos, tanto de incendios
como higiénico-sanitarios, que pueden acarrear.
Los militares los llaman ‘refugios de circunstancias’. Se
refieren a las ‘casetillas’ o chabolas que los subsaharianos
residentes en el CETI (Centro de Estancia Temporal de
Inmigrantes) se fabrican en las inmediaciones del centro,
por el monte de Ingenieros, en García Aldave. A finales del
año pasado, en una época en la que estos refugios
proliferaban, la Delegación del Gobierno pidió ayuda al
Ministerio de Defensa -el Ejército de Tierra es propietario
de este suelo- para hacer frente a este problema. La
Comandancia General de Ceuta (COMGECEU) solicitó a su vez la
colaboración de la Subinspección General (SUIGE) Sur, que a
través de la USBA (Unidad de Servicio de Base) está
trabajando en mantener la zona limpia de chabolas.
A principios de año, según explican desde la Comandancia,
Defensa contrató a una empresa privada -con fondos de la
SUIGE Sur, pertenecientes a la IGE (Inspección General del
Ejército)- para eliminar el grueso de estos refugios. Hace
un par de meses, tal como informaba este medio entonces, las
chabolas se eliminaron prácticamente en su totalidad.
El director del CETI, Carlos Bengoechea, explicaba el pasado
mes de febrero que en esos momentos sólo quedaba en pie una
de estas precarias construcciones en las que pequeños grupos
de subsaharianos optaban por pasar la noche en lugar de
pernoctar en el centro de acogida.
“En su momento tuvimos una reunión con Defensa y acordamos
llevar a cabo un plan de actuaciones para ir eliminando
estas chabolas”, recordaba a EL PUEBLO Bengoechea. “Se ha
ido cumpliendo lo acordado y hace más o menos un mes se
eliminó una que se veía desde la carretera de acceso al
centro, y para lo cual se requirió también la ayuda de la
Guardia Civil.
Otras, en suelo privado
Desde la Comandancia han explicado que en la actualidad aún
existen tres de estas chabolas levantadas, pero que se
encuentran más alejadas del centro, en terrenos que no
pertenecen a Defensa. “Están en territorio privado”, matizan
desde la COMGECEU.
Mientras tanto, explican, la USBA mantiene un equipo de
vigilancia, formado por tres o cuatro militares, para que
vigilen sobre el terreno que no proliferen estas
construcciones. Dentro de esta labor, su último cometido fue
la semana pasada, cuando quitaron varios plásticos y ramajes
que los inmigrantes habían colocado para refugiarse.
Bengoechea explicó que ahora son tan sólo “una o dos
personas” las que, “de manera puntual”, duermen fuera del
centro.
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El centro promovió una campaña informativa sobre los
peligros y riesgos de dormir en el monte
El CETI (Centro de Estancia
Temporal de Inmigrantes) llevó a cabo el pasado mes de
febrero una campaña informativa -dentro de las iniciativas
acordadas entre el Ministerio de Defensa y la Delegación del
Gobierno- sobre los “peligros y riesgos” que acarrea
pernoctar en el monte, en lugar de en el centro. “Peligros
tanto por incendios como por accidentes, pero también por
contaminación de posibles contagios de enfermedades o
parásitos al no estar en condiciones higiénico-sanitarias”,
explicó el director del centro, Carlos Bengoechea, a este
medio.
La campaña informativa, que duró varios días, tuvo muy buena
acogida entre los residentes, según explica Bengoechea.
“Hemos ido cumpliendo lo que se acordó”, agrega. Con esta
iniciativa intentaron concienciar a los inmigrantes de que
pernoctar en el monte “tiene bastantes riesgos sanitarios”,
además de riesgos por que se originen incendios. “Yo creo
que poco a poco se van concienciando de ello”, explica
Bengoechea. “Es bueno ir informando de manera preventiva,
con este tipo de actividades que son más de carácter
pedagógico”, agrega.
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