Ceuta y Melilla cuentan, porcentualmente, con la segunda
mayor tasa de pobreza de España, según el informe Foessa
sobre exclusión y desarrollo social, sólo superadas por
Extremadura, que se sitúa en un 38.2&%.
Las dos ciudades autónomas se encuentran en niveles
preocupantes, según el último estudio realizado por Foessa,
que corresponde a 2010 y tiene un carácter trianual, por lo
que se está a la espera del informe de 2013 para determinar
la evolución que ha tenido la tasa de exclusión social.
Dentro de este estudio, y ya a nivel nacional, se especifica
que el dato más reciente es el avance de la tasa de pobreza
de la encuesta de 2011, con ingresos del año anterior, que
anticipa el Instituto Nacional de Estadística cuando hace
públicos, en el último trimestre del año, los datos
definitivos del año anterior. Según esa estimación, la
proporción de hogares por debajo del umbral de pobreza es
cercana al 22%. El umbral de pobreza para una persona sola
en 2010 fue de 7.800 euros, lo que supuso un descenso
respecto al año anterior, cuando la línea se aproximó a los
8.000 euros.
Teniendo en cuenta los datos facilitados por Eurostat
(oficina estadística de la Comisión Europea, que produce
datos sobre la Unión Europea y promueve la armonización de
los métodos estadísticos de los estados miembros), se
observa que aproximadamente el 4% de la población que no se
encuentra bajo el umbral de pobreza presenta otro tipo de
dificultades materiales o relacionadas con la intensidad
laboral. En estos hogares, dichas problemáticas se dan en
una intensidad severa. Para situar en un contexto aún más
amplio la situación de exclusión social en Ceuta y Melilla,
es necesario atender al dato de que a tasa de pobreza en
España sea una de las más elevadas de la Unión Europea.
Frente al promedio del 16,4% en la UE-21, la tasa española
alcanzó un valor cinco puntos más alto en 2010, solo
superada por Rumanía y Letonia, duplicando los valores de
países como Holanda (10,3%) y muy superior a Francia o los
países nórdicos, con valores similares (13%). Los
indicadores de pobreza monetaria dan solo cuenta de una
parte de las carencias de los hogares y de su pérdida de
bienestar.
|