CSI-F, a través del sector de Enseñanza, emitió ayer un
comunicado de prensa en el que muestra su rechazo sobre los
recornes anunciados por el Gobierno en materia de Educación
y asegura que esta situación provocará un “importante
descenso” en la calidad educativa y un “brutal
endurecimiento” de las condiciones laborales del
profesorado. CSI-F en su comunicado muestra su rechazo a que
el Gobierno haya adoptado medidas unilaterales para reducir
gastos y no teniendo en cuenta otras cuestiones.
CSI-F mostró ayer su rechazo, a través de un comunicado de
prensa, a los nuevos recortes a la educación anunciados por
el Gobierno en una cuatía superior a los 3.000 adicionales a
los ya conocidos del 21,7% incluidos en los Presupuestos
Generales del Estado.
La central sindical asegura que esta nueva medida de ajuste
provocará un “importante descenso” en la calidad educativa y
a un “brutal endurecimiento” de las condiciones laborales
del profesorado.
Pese a ser conscientes de la grave situación económica del
país, CSI·F rechaza que se “adopten medidas unilaterales con
el único propósito de reducir gastos en aquellos aspectos
muy sensibles que pueden suponer alivio a corto plazo y más
dificultades a medio y largo plazo”.
La central sindical ha asegurado en su nota de prensa que
“los recortes anunciados van directamente al centro
neurálgico de la educación. Subir ratios, acabar con los
programas de atención a la diversidad y endurecer hasta
límites difíciles de comprender las condiciones laborales
del profesorado van a producir muchos más problemas de los
que van a resolver”, algo que para CSI-F supondrá “un efecto
nefasto” para los intereses de la sociedad ya que “los
niveles educativos retrocederán treinta años”.
Además CSI-F adelanta que para poder llevar a cabo las
medidas anunciadas por el Gobierno, habrá que “modificarse”
algunas leyes orgánicas como la LOE, y otras de menor rango.
CSI-F resalta que durante la última década han sido muchos
los esfuerzos realizados para mejorar la Educación y
“aumentar el número de alumnos por aula para reducir unos
cuantos profesores, es mal negocio”, asegura la central
sindical.
Desde el sector de Enseñanza de CSI-F se resalta que “a
pesar de que una de las prioridades del Gobierno era la
educación, como servicio público básico y fundamental, ahora
vemos que no era, ni tan básico, ni tan fundamental”.
Finalmente, CSI·F muestra su disposición a aportar
propuestas que ayuden a “minimizar los efectos de la crisis,
pero no a costa de perjudicar la Educación, pues siempre la
consideraremos como inversión y no como gasto”.
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