El Auditorio del Revellín acogió ayer, por segundo año
consecutivo, el tradicional Pregón de Semana Santa, ofrecido
por Francisco Javier Pérez López, hermano mayor de la
Hermandad de las Penas, que como ya adelantó en una
entrevista mantenida con EL PUEBLO, no se dejó nada “en el
tintero”. Además de ensalzar la Semana Mayor de Ceuta
también lanzó varios avisos que no dejaron indiferente a
nadie, especialmente al propio presidente del Gobierno, Juan
Jesús Vivas y al vicario general de Ceuta, Francisco Correro
Tocón, así como a la juventud cofrade y las actuales juntas
de gobierno.
La Cuaresma llega a su fin y con ella los actos previos a la
celebración de la Semana Santa se multiplican. Si el sábado
el Auditorio del Revellín se engalanaba para acoger uno de
los conciertos de marchas procesionales más esperados de los
últimos años con la agrupación sevillana ‘Virgen de los
Reyes’, ayer al medio día volvía a llenarse, esta vez para
asistir a un esperado pregón de Semana Santa, que fue
ofrecido por el hermano mayor de la Hermandad de Las Penas,
Francisco Javier Pérez López.
Pese a los problemas que ha tenido este año el Consejo de
Hermandades con la designación de Pérez López como pregonero
de la Semana Mayor de Ceuta, ayer muchas bocas quedaron
cerradas tras la exaltación del hermano mayor de Las Penas,
una de las mejores ofrecidas en los últimos años, con la que
además de resaltar la belleza del mundo cofrade, de sus
titulares, del modo de vivir la Pasión de Cristo por las
calles de esta ciudad (siempre de la mano de su ‘lelo’
Rafael) también tuvo tiempo de denunciar aspectos de esta
sociedad a nivel civil, religioso y cofrade que dejan mucho
que desear por lo que instó a las autoridades competentes a
tomar cartas en el asunto para “recuperar muchos de los
valores perdidos con los años”.
El tradicional acto comenzó con la impresionante marcha
‘Virgen del Valle’ interpretada por la Asociación Cultural
Banda de Música Ciudad de Ceuta, tras la cual tomó la
palabra Francisco Hérnández Martín, pregonero de la Semana
Santa de 2011, quien hizo una breve introdución de Pérez
López y por el que rompió una lanza en su favor ante las
numerosas críticas que supuso su nombramiento como pregonero
para finalmente cederle la palabra.
Poco más de siete minutos, lo que duró la marcha ‘Amargura’
interpretada por la banda de la Ciudad, tuvo el pregonero de
la presente Semana Santa para templar sus nervios y tomar
aire para hacer llegar su mensaje, su exaltación, su pregón.
Un pregón muy diferente a los pronunciados en los últimos
años, en el que no siguió una secuencia cronológica de las
Hermandades y en el que además de resaltar la Semana Mayor
de Ceuta también tuvo críticas muy directas con el deseo de
que sean escuchadas con el fin de poner remedio.
“A pie descalzo”, siempre de frente y por derecho, Pérez
López fue abriendo el camino a los presentes,
introduciéndolos en lo desconocido y llevándolos a
experimentar todas las sensaciones que durante estos más de
20 años dentro de su Cofradía de Las Penas ha podido vivir.
Momentos felices, tristes, dolorosos o difíciles pero todos
ellos valederos para fraguar los pilares en los que se
sustentan los valores del pregonero de este año.
Más compromiso
“No es sencillo manifestar la alegría que ahora mismo siento
cuando no todos pueden compartirla o cuando se multiplican
los problemas en mi querida tierra. No es sencillo ver morir
a gente por ajustes de cuentas o por el simple hecho de ser
mujer universitaria; o el ver aterrados quemar coches a
diario o cómo olvidar esa pesada espada de Damocles que
pende sobre nosotros con el padecimiento de esta tan temida
crisis, cuando la gente pasa penurias, cuando miles de niños
mueren a diario... Pero aún así lo tenemos el camino de la
Fe, la oración y seguir el ejemplo de Cristo..., ser
solidarios con el prójimo”, destacaba Pérez López en un
fragmento de su pregón, en el que instó también a que cada
vez haya más ceutíes comprometidos, más implicados para que
todas las fiestas de Ceuta “sean un auténtico reflejo del
sentir del Pueblo Caballa”.
Si bien tuvo palabras para su mujer Meli, sus tres hijos
Pablo, María y Cristina, y sus padres, el pregón quiso
realizarlo junto a su ‘ángel de la Guarda’, junto a su
abuelo (lelo) Rafael, y recordando aquellas conversaciones
que de pequeño mantenía con él sobre Semana Santa fue
narrándole todo los cambios vividos durante estos años y
explicándole como “no se por qué extraña razón” la Hermandad
de Las Penas “sigue condenada” a salir desde un patio y no
desde su casa a través de la puerta lateral de la Iglesia de
San Francisco que da a la plaza de los Reyes.
El pregón siguió avanzando y lo hizo recordando a aquellos
ilustres cofrades que hoy no se encuentran en la tierra y
con los que el pregonero formaría la presidencia de ese
siempre deseado cortejo procesional. Recordó a Marta del
Castillo y de manera especial a Jorge Luis Casas, joven de
la banda de la Amargura que perdió la vida hace unos meses y
del que se mostró seguro que se encuentra desde el cielo
haciendo sonar sus palilleras para que su Cristo Caído entre
en carrera oficial a los sones de ‘San Juan de Dios’
A medida que iban subiendo los minutos más sentimientos
afloraban entre los presentes, a los que a más de uno se le
hizo un nudo en la garganta y dejó resbalar alguna que otra
lágrima por la mejilla.
El momento más emotivo del pregón llegó justo al final del
mismo cuando, con la marcha ‘Madrugá’ de fondo el pregonero
llevó a todos los presentes a vivir una emotiva recogia
entre las callejuelas de sus Penas, despacito, sin correr,
meciéndola, durmiéndola, mimándola, estremeciéndose con Ella
mientras suena la Madruga.
Un final que llevó al público a ponerse en pie y romper en
aplausos antes de que finalizara el pregón, prolongándose la
ovación durante varios minutos en reconocimiento a una
exaltación de las más sentidas de los últimos años.
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