Escasa participación obtuvo ayer la manifestación contra la
reforma laboral convocada por primera vez conjunta entre
CCOO y UGT, aunque sí obtuvo una mejor respuesta que la
celebrada el pasado día 19 de febrero. Desde la plaza de la
Constitución y hasta la plaza de los Reyes, los
sindicalistas recorrieron las calles de la ciudad para
finalmente mostrar su rechazo a la reforma laboral
presentada por el Gobierno de la Nación e invitando a los
presentes a secundar la huelga general que se ha convocado
por las centrales sindicales para el próximo día 29 de
marzo.
Los sindicatos CCOO y UGT volvieron a salir ayer a la calle,
esta vez de forma conjunta, para, aunque con escaso nivel de
participación, mostrar al Gobierno su rechazo a la reforma
laboral y animando a los trabajadores a secundar la huelga
general convocada para el próximo día 29, e indicando que no
se “tenga miedo y ejerzan su derecho democrático y
constitucional”.
Unos minutos más tarde de las 11.00 horas, partía desde la
plaza de la Constitución la manifestación convocada por CCOO
y UGT, con los máximos representantes de ambas centrales
sindicales a la cabeza, además de contar también con la
presencia de los líderes políticos de oposición, como
Mohamed Alí, de Caballas, o José Antonio Carracao, del PSOE.
Unos 250 manifestantes, según fuentes policiales, y cerca de
los 500 según los sindicatos, recorrieron las calles ceutíes
hasta llegar a la plaza de los Reyes, donde los secretarios
generales de UGT y CCOO, Antonio Gil y Juan Luis Aróstegui,
tomaron la palabra para criticar y rechazar la reforma
laboral aprobada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
La marcha discurrió sin incidentes y con las furgonetas
sindicales lanzando proclamas contra la reforma a través del
sistema de megafonía instalado.
Una vez en la plaza de los Reyes, los manifestantes dejaron
de lado durante un minuto las reivindicaciones sindicales
para permanecer en silencio en honor a las víctimas de los
atentados producidos en Atocha hace ocho años y en los que
perdieron la vida un total de 191 personas, y 1.858
resultaron heridas.
Una vez concluido el minuto de silencio, tanto Antonio Gil
como Juan Luis Aróstegui tomaron la palabra para animar a
los presentes a seguir luchando contra una reforma “injusta,
ineficaz e inútil”, asegurando que “la crisis no puede
servir de excusa” y por consiguiente pidiendo “defendamos
nuestros derechos”.
Durante su intervención, el secretario general de UGT en
Ceuta, Antonio Gil, lamentó la escasa participación pese que
en España “son más de cinco millones los parados”. “El
gobierno que decía en la oposición que iba a crear tres
millones de puestos de trabajo, hoy anuncia que serán más de
650.000 los empleos que se van a destruir”, recordaba Gil,
quien continuó diciendo ante los manifestantes que “este
Gobierno tiene el triste récord de destruir en menos de cien
días lo que se ha tardado 30 años en conseguir. Este es un
gobierno que no ha hecho una reforma laboral, sino que ha
dilapidado los derechos de los trabajadores”, afirmó el
ugetista, quien también vaticinó que “esta reforma laboral
llevará a la desregulación comercial en favor de las grandes
empresas”, algo que según Gil afectará a las pequeñas y
medianas empresas así como a los autónomos.
“Nosotros nos vamos a oponer con todas nuestras fuerzas para
revertir estas medidas que estamos padeciendo”, aseguró el
secretario general de UGT, quien aprovechó la ocasión para
realizar un llamamiento a todos los presentes a secundar la
huelga general para “hacerle llegar a los que nos están
gobernando, que hay que retomar la vía del diálogo y que
dejen de imponer su ley a la sociedad”.
Tras Gil, fue el secretario general de CCOO, Juan Luis
Aróstegui, quien tomó la palabra para afirmar que con la
manifestación celebrada ayer tanto en Ceuta como en el resto
de España se daba testimonio de “resistencia, combate y
lucha por la defensa de los derechos de los trabajadores y
por un modelo de país basado en derecho y dignidad”.
En un alegato mucho más agrio que el ofrecido por el lider
ugetista, Aróstegui dijo al Gobierno que “la sociedad no
quiere un país en el que los trabajadores se conviertan en
mercancías, un país lleno de desigualdades, un país en el
que unos tengan todo y otros nada, queremos un país
próspero, digno, y con derechos”.
El secretario general de CCOO afirmó que las manifestaciones
celebradas ayer en todo el territorio español están cargadas
de importancia y significado, resaltando que “no nos valen
excusas, ni nos importa si somos pocos o muchos, lo que
importa es que tenemos muchas razones para defender los
derechos de los trabajadores”.
“No vamos a dejar a nuestros hijos, a las generaciones
venideras un país hecho un asco, no lo vamos a consentir
aunque el señor Rajoy se empeñe en ello”, apostilló
Aróstegui, quien poco a poco fue subiendo el tono de su
intervención y de sus palabras.
El líder de Comisiones Obreras reconoció que existen
problemas en el país y que se debe reformar las estructuras
para que no haya paro pero incidió que “las reformas no
pueden ser de ninguna manera acabar con los derechos que
hemos conquistado durante muchos años de lucha y que han
dado sentido a la democracia y al modelo social que está
plasmado en nuestra constitución”.
Aróstegui instó a la ciudadanía a secundar la huelga general
del próximo día 29, afirmando que “la sociedad es el germen
de esta rebelión pacífica en contra de la injusticia” y
resaltó que “estas movilizaciones son el testimonio de que
este país no quiere una involución democrática”, negando que
sea verdad que “la única salida a la crisis pase por luchar
contra el déficit con o sin razón, independientemente de lo
que se quede por el camino”.
“Queremos seguir contando con servicios públicos decentes,
fuertes y dignos, queremos seguir contando con puestos de
trabajo bien remunerados, protegidos y con derechos,
queremos andar por la senda de la prosperidad y no por la de
la precariedad”, afirmó Aróstegui quien aseguró que los
plasmado en la reforma laboral es “paro, desazón,
desesperanza, desilusión y precariedad, algo que no queremos
para este país”.
Finalmente, Aróstegui pidió defender a los sindicatos y a
sus liberados con orgullo, afirmando que son ellos los que
“se parten la cara por los compañeros en cada centro de
trabajo, porque no hay ni un sólo ciudadano directa o
indirectamente ahora, antes o mañana que no haya tenido que
recurrir a un sindicato y que no se haya visto beneficiado
por la labor de los liberados sindicales, claro que los
defendemos con orgullo frente a los fascistas, frente a los
derechistas ultraconservadores que quieren hacer de este
pais una mierda de país. No señor, nos sentimos orgullosos
de los sindicatos, de los trabajadores y de lo que hemos
hecho durante 30 años y que vamos a mantener. El día 29 de
marzo vamos hacer una huelga general que se van a cagar,
compañeros y compañeras, ánimos a todos, a luchar, a luchar
y a luchar”, finalizaba entre aplausos el secretario general
de CCOO.
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