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Los desaprensivos que, saltándose
a la torera la legislación y las más elementales normas de
convivencia, han borrado las marcas viales en una de las
carreteras competencia de la Ciudad, la de subida a los
pantanos, merecerían una sanción ejemplar. No caben medias
tintas con quienes, sin reparar en las consecuencias, juegan
con algo tan peligroso, que puede derivar en un grave
accidente de circulación. Algunos vecinos de bien están
escandalizados al ver hasta dónde llega la desfachatez e
insensatez de determinados individuos, pero sobre todo están
preocupados. Su preocupación es lógica, por cuanto se trata
de un vial muy transitado y que da acceso, entre otros, a
una residencia de mayores. Las autoridades deben tomar nota
de sus denuncias y actuar.
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Las emergencias, preparadas |
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La labor de formación continua
que, según se viene informando tanto en el caso de los
Bomberos, con cursos como el que realizaron en los primeros
días de este mes sobre fugas de mercancías peligrosas, como
en el servicio de emergencias 112, del que ofrecemos hoy en
nuestras páginas la información de una actividad de
coordinación con la UME, resultan mucho más trascendentales
y decisivas de lo que pueda parecer. La respuesta ante
emergencias de toda índole requiere de una gran formación,
de un alto grado de compromiso y entrega de los
profesionales que trabajan para preservar la seguridad de
todos. El despliegue especial desarrollado ayer para atajar
el incendio del Hacho es un buen ejemplo de una
extraordinaria labor.
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OPINIÓN / EDITORIAL
