En cuanto a si los millones de financiación “adicional”
supondrán una modificación en el plan de recortes y ajustes
de la Ciudad, Guillermo Martínez afirmó que cuando el
Gobierno local plantea ante los ministerios la necesidad de
recibirla, “se hace con el compromiso también de llevar a
cabo una política de austeridad y de control del gasto
público hasta el límite de lo posible, en definitiva,
eliminar cualquier gasto que se pueda considerar superfluo y
esa línea la va a mantener, como se comprometió el
presidente en ambos ministerios y se entiende es la única
forma de hacerlo”.
La Ciudad seguirá por tanto dando prioridad “al pago de los
servicios fundamentales, nóminas, seguros sociales, hacienda
pública, saneamiento de deuda con proveedores y, en la
medida de lo posible, inversión como elemento dinamizador de
la economía”. Esos son los “principios” de la actuación del
Ejecutivo local , por lo que la inyección de fondos
adicionales que “legítimamente reivindica”, no modifica “un
ápice” sus planteamientos en materia de austeridad y control
del gasto público.
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