Varios vecinos de Loma Colmenar salieron ayer a la calle
para protestar contra el “atosigamiento” de la UIP en el
barrio, después de que el martes agentes del CNP
presuntamente agredieran a un menor al que fueron a
identificar y que provocó una pelea entre estos y vecinos.
Cuatro policías resultaron heridos leves.
A las 19.30 horas de ayer, varios vecinos de Loma Colmenar
salieron a la calle para concentrarse en señal de protesta
contra “el exceso y atosigamiento de algunos agentes del
Cuerpo Nacional de Policía contra los vecinos de la
barriada”, según anunció a través de nota de prensa el
presidente de la barriada, Rafael García, que el día
anterior se refirió erróneamente a la UIR de la Policía
Local como autora de una presunta agresión a su hijo de la
que en realidad acusa a la UIP de la Nacional. Los hechos
que motivaron esta protesta habían ocurrido apenas 24 horas
antes, cuando el hijo de García -secretario general del
PDSC- fue parado por agentes de la UIP (Unidad de
Intervención Policial de la Policía Nacional). Al parecer,
estos le pidieron la identificación y el chico, que llevaba
un porro en la mano, les dijo que no la llevaba porque
estaba cerca de casa. Un punto hasta el que todas las
versiones coinciden. A partir de aquí, García y los vecinos
defienden que los agentes la tomaron con el menor al que
comenzaron a golpear; y desde la Policía argumentan que
tanto el joven como los vecinos “se vinieron arriba” y
provocaron la pelea que se generó a renglón seguido.
Durante el altercado, al que se fueron sumando vecinos, se
produjeron varios ataques contra los vehículos de la Policía
y cuatro agentes resultaron heridos. Como consecuencia, se
detuvo al hijo de García, al que trasladaron hasta los
calabozos de la Policía Nacional, donde pasó la noche. Al
día siguiente por la mañana, el chico fue trasladado al
Juzgado de Menores donde prestó declaración y negó ser el
autor de alguna de las pedradas que recibieron los agentes
de policía.
Tras ser interrogado, el joven fue puesto en libertad y se
dirigió al Hospital Universitario para que le atendieran ya
que presentaba varios hematomas y cardenales. Sin embargo,
su padre asegura que en el centro hospitalario no le
quisieron atender y tuvo que dirigirse a uno de pago. Un
hecho que García asegura que denunciará.
La manifestación, para la que no se solicitó el permiso con
la debida antelación, no contó por tanto con la autorización
de Delegación del Gobierno, desde donde han comunicado que
no descartan “abrir expedientes contra los promotores”.
Tampoco estuvo controlada por la Policía, ya que tanto los
vehículos de Policía Nacional como Local que se encontraron
con la manifestación se dieron la vuelta entre gestos de
desaprobación de los concentrados. Los manifestantes, que
cortaron el tráfico, sólo dejaron pasar durante su protesta
a dos ambulancias que se dirigían al Hospital Universitario.
Por su parte, desde la Policía Nacional han explicado que la
identificación que se realizó al menor fue una diligencia
“rutinaria” que lleva a cabo de forma habitual en todas las
barriadas de la ciudad.
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