Agentes de la Policía Nacional asistieron ayer, en el cruce
de la bajada de Loma Colmenar, a una mujer marroquí que se
quejaba de dolores de parto. La señora, que iba vestida con
una bata y babuchas, fue atendida por los técnicos de la
ambulancia de Soporte Vital Básico que, en torno a las 11.30
horas, se desplazó hasta la zona. Tras prestarle los
servicios sanitarios básicos oportunos, la ambulancia la
trasladó hasta el servicio de Urgencias del Hospital
Universitario de Ceuta, donde fue ingresada en la Unidad de
Parto.
Aunque al parecer la mujer había roto aguas, aún le faltaba
bastante dilatación para estar de parto, según explicó a
este medio el personal que la atendió, que en un primer
reconocimiento no pudo determinar las semanas de gestación,
puesto que la mujer, además de no hablar español, tampoco
portaba documentación alguna que la identificara, lo que
conllevó también que los trabajadores no lograran, en
principio, avisar a ningún familiar.
El personal sanitario denuncia que son constantes las
transfronterizas que se provocan romper aguas para ser así
atendidas por la sanidad española gratuita. “No habla ni
nada, pero una vez se la ingresa, ya da a luz aquí”,
explicaba una trabajadora. “Además, parece que se avisan
unas a otras y así les sale gratis el parto”, apuntaban
desde Urgencias. “O si no, utilizan la ambulancia como un
taxi”, añade.
“En muchos casos, pasan la frontera normal con un pase por
horas, pero cuando ya están en España se tiran al suelo y
empiezan a gritar y a decir que les duele para que venga la
ambulancia”, explicaban, desde el 061, hace unos días a EL
PUEBLO, a raíz de unos datos publicados por este medio, en
su edición del 21 de febrero: “El 35% de los partos
atendidos en 2011 en el Ingesa fueron de madres
extranjeras”.
Respuesta del gerente
Mientras, el gerente de Atención Sanitaria del Ingesa,
Manuel Ramón Cabeza, explicaba ayer en rueda de prensa que
la sanidad no puede dejar de prestar asistencia a quien la
requiera: “Como administración pública, tenemos la
obligación de facturar a todos los pacientes que vengan; si
unos están cubiertos por asistencia sanitaria pública, bien;
pero si no, tendrán que facturar, incluidos los
transfronterizos. Nosotros llegamos hasta la elaboración de
la factura, cómo se consigue después es un tema político. A
partir de emitir la factura, son otras administraciones las
que tienen que decidir cómo se hace, pero prestar asistencia
sanitaria, la prestamos”.
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