De las ocho proposiciones presentadas ayer en el Pleno
ordinario de la Asamblea, cuyo debate duró más de cinco
horas interrumpidas por el receso para el almuerzo, dos
llevaron a un detallado debate sobre una cuestión no local,
sino nacional, como es la reforma laboral. Tanto la
propuesta para que el Pleno la rechazara, de Caballas, como
la del PSOE para que la Ciudad se comprometiera a no
utilizar el despido por “causas objetivas” en empresas
municipales fueron rechazadas por la mayoría del PP. También
se trataron propuestas sobre las relaciones con Marruecos o
el Punto de Encuentro Familiar.
El largo debate, por espacio de más de cinco horas, de las
ocho propuestas que la oposición llevaba al pleno ordinario
de la Asamblea correspondiente al mes de febrero, celebrado
ayer, se centró en buena parte en una cuestión de ámbito
nacional, como es el de la reciente aprobación de la reforma
laboral por parte del Gobierno de la Nación. La defensa,
desde la bancada popular, y el rechazo, desde las filas de
la oposición, del Real Decreto Ley 3/2012, se produjo a
propósito de dos de las propuestas presentadas por los
grupos Caballas y Socialista.
El debate de las propuestas de los Grupos Políticos comenzó
pasadas las 11.00 horas, con una firmada por Caballas en la
que se solicitaba que el Pleno de la Asamblea de Ceuta
expresara su “rechazo” a la reforma laboral. En su
exposición como ponente de la propuesta, el portavoz de
Caballas, Juan Luis Aróstegui, realizó una afirmación que
produjo el rechazo de los populares, al afirmar que “resulta
indignante escuchar al presidente del Gobierno, del PP, y a
todos sus papagayos, y sí me refiero al presidente de mi
ciudad, defender que la reforma es necesaria refugiándose en
el sufrimiento de los parados”.
En su turno de réplica, el popular Francisco Márquez,
rechazó el “tono insultante” de las palabras de Aróstegui y
afirmó que “esos grandes discursos no crean ningún puesto de
trabajo”. También puso en duda el consejero de Hacienda la
oportunidad de traer un debate de estas características al
pleno de una asamblea local, porque “por esa regla de tres,
también debería haber traído el Grupo Popular la discusión
de todas las medidas del anterior Gobierno de la Nación con
las que no estaba de acuerdo”. Márquez concluyó que el único
interés de Caballas con esta propuesta era “hacer daño” al
Gobierno de la Ciudad, aunque finalmente, entró en el debate
sobre la “necesidad” y ventajas que el PP ve en esta
reforma, que según dijo incluye medidas que van a “afectar
muy favorablemente” a los parados de la ciudad.
El portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Carracao,
puso en el debate una de las anécdotas de la jornada al
retrotraerse a la época de la revolución Francesa para
argumentar que la competitividad del sistema productivo y de
las empresas no se logra con “rebajar las condiciones de los
trabajadores”. “Eso ya se hizo en Francia y llevó a la
revolución”, aseveró. Carracao insistió en las medidas ya
anunciadas por su partido, que considera la reforma
“inconstitucional” y que la recurrirá ante el Tribunal
Constitucional de no prosperar su enmienda a la totalidad.
Durante este debate, que dio el resultado previsible con su
rechazo por parte de la mayoría popular, se habló de Obama o
de la cultura empresarial en Alemania.
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Carracao quería que la Ciudad se comprometiera a no realizar
despidos en las empresas municipales
En la segunda de las propuestas de
lal oposición relacionadas con la reforma laboral, el PSOE
pretendía que el Gobierno local se comprometiera a “no hacer
uso” de la medida contemplada en el Real Decreto Ley
referido a los despidos por causas “objetivas” en el caso de
las empresas municipales. El argumentario de Carracao se
centró en acusar a los populares de haber
“sobredimensionado” el sector y en defender que no se
destruya ninguno de esos esos puestos de trabajo “ya
creados” de personal laboral.
Por parte del Grupo Popular correspondió a Márquez responder
a esta propuesta, algo para lo cual recordó que la Ciudad,
dentro del proceso abierto para la reorganización del sector
público empresarial, ya ha expresado “por activa y por
pasiva” que uno de sus criterios es “no contribuir a la
destrucción de empleo”, eso sí “hasta lo que nos permitan
nuestras posibilidades, que dependen de la disponibilidad
presupuestaria”, advirtió. La propuesta fue rechazada por
tanto con el voto en contra mayoritario del GP.
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