Después del Consejo de Gobierno, la noticia de que Inaer va
a cesar su actividad llegó al despacho del presidente de la
Ciudad Autonóma como un jarro de agua fría. Hasta el momento
nadie había tenido conocimiento de que Inaer estudiara esta
posibilidad, según explicaron desde el Ejecutivo.
Inmediatamente, Juan Vivas se puso en contacto con la propia
empresa, el Ministerio de Fomento y Delegación del Gobierno
para tomarle el pulso a la situación que dejaba en el aire
“un servicio esencial para los ciudadanos de Ceuta”, tal y
como lo calificó ayer Guillermo Martínez Arcas.
Sin embargo, la alarma no ha cundido en el seno del
Ejecutivo ya que según adelantaba ayer el portavoz “esto no
va a suponer que la línea desaparezca”. Y es que, Martínez
Arcas anunció que ya hay “indicios razonables” de que pueda
producirse una continuidad de la línea de la mano de otra
compañía. El primer contacto ya ha existido con otras
empresas y la Ciudad intensificará las gestiones para
“garantizar la continuidad del servicio a partir del 25 de
marzo”.
Aunque la Ciudad no ha adelantado cuál o cuáles son las
empresas interesadas, la malagueña Hellit ya se ha
interasado en otras ocasiones por operar en Ceuta.
Papel mediador
Martínez Arcas quiso hacer hincapié en que la Ciudad se va a
implicar en las gestiones para que otra compañía preste el
servicio a pesar de que Ceuta no tiene competencias “en
materia de transporte aéreo”. “Conocer, informar y agilizar
en la medida de lo posible ese tránsito para que el servicio
no quede desantendido” será el objetivo del Ejecutivo.
Desde la Ciudad descartan que este cese de la actividad de
Inaer haya estado provocado por el fin de los convenios de
colaboración que la empresa tenía con la Ciudad y que no se
han renovado en 2012. El último de ellos se firmó en 2010
por un importe de 125.000 euros y tenía como objetivo
promocionar Ceuta como destino turístico. El acuerdo incluía
vuelos especiales de pasajeros y bienes de primera necesidad
cuando se produjera el cierre marítimo del Estrecho, así
como el traslado de estudiantes universitarios los fines de
semana. Sin embargo, para Martínez Arcas este importe no
deja de ser “una cantidad irrisoria comparada con el volumen
de negocio que teóricamente la línea tiene”.
El portavoz justificó que la especialización de la empresa
en otras actividades ha hecho que transporte de pasajeros
sea un “servicio residual” . “Los costes de infraestructuras
son mayores puesto que su actividad están centrada en otro
ámbito”, señaló.
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