“Nos llevarán de turismo por Beirut”, comentaba hace unos
días uno de los militares que integran el contingente ‘Libre
Hidalgo XVI’. Un ‘apunte’ escapado entre un montón de
silencios. “No tengo permiso para hablar del Líbano”,
respondían de manera casi automática la mayoría de los
soldados, durante el acto de despedida que se celebró en
‘García Aldave’ el pasado 28 de enero. La misma línea de
mutismo que ha caracterizado al Ministerio de Defensa en sus
últimos tiempos. Comunicación poco fluida, quizás, para ir
acostumbrándose. En el Líbano tendrán prohibido -o poco
aconsejado- hablar en las cafeterías de la misión que están
realizando. Esas han sido las instrucciones recibidas. El
objetivo es no provocar conflictos ni generar discrepancias
con la población civil. También se han entrenado para
‘despachar’ a la prensa.
Ayer, a las 13.10 horas, una nota de prensa de la
Comandancia General de Ceuta informaba de que el primer
turno de soldados había partido a las 10.30 horas.
Información atada en corto, y tarde. No habían querido
confirmar la noticia que EL PUEBLO adelantó -que ayer partía
al Líbano el primer grupo-, pero este medio estaba allí,
testigo de cómo los primeros doscientos soldados subían al
barco. Desde hoy, y durante las dos primeras semanas, los
soldados entrantes convivirán con los salientes, quienes les
enseñarán todo lo que necesiten saber de la misión en la que
han aterrizado. El objetivo principal de esta es consolidar
la paz en el sur del territorio y ayudar al Gobierno libanés
a extender su autoridad. Otras de las funciones asignadas al
‘Libre Hidalgo XVI’ son desminado humanitario en más de
40.000 metros cuadrados de terreno afectado por la caída de
proyectiles y submuniciones, apoyo sanitario a los equipos
médicos y veterinarios, clases de español a la población
civil libanesa -más de 400 alumnos por año asisten a estos
cursos de español en 19 centros distribuidos en once
localidades y con el apoyo del Instituto Cervantes de
Beirut; o la cooperación cívico-militar, entre otras
actuaciones.
Tiempo libre
No todo será trabajar. Los soldados dispondrán de tiempo
libre. La navegación por internet está limitada a ocho horas
semanales que facilitará la comunicación con los allegados.
En los equipajes -cuatro bolsas de 20 kilos, más una de
mano- no faltaba quien optó por la ‘Play Station’.
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