El acuartelamiento ‘García Aldave’ acogió ayer el acto de
despedida del contingente ‘Libre Hidalgo XVI’. Los alrededor
de 1.000 soldados que se desplazarán al Líbano -el 94%
hombres y el 6%, mujeres- realizaron una Parada Militar que
estuvo presidida por el teniente general de la Fuerza
Terrestre, José Ignacio Medina Cebrián. El jefe del
contingente, el general Julio Herrero Isla, quien dirigirá
la Brigada Multinacional Este a partir del día 12 de
febrero, recordó los seis meses de preparación que han
tenido, y enfatizó “el sentimiento de generosidad por
transmitir solidaridad, alegría, lengua y respeto a las
culturas ajenas”.
“El pueblo de esta maravillosa ciudad de Ceuta” -como apeló
el general jefe de la brigada ‘Libre Hidalgo XVI’, Julio
Herrero Isla-, se amontonaba en las improvisadas gradas del
acuartelamiento ‘García Aldave’. “Mira mi padre”, apuntaba a
su amiga una adolescente mientras señalaba al pelotón de
soldados. Uniformes de ‘camuflaje’ y boinas celestes que
indicaban su pertenencia a UNIFIL (Fuerza Provisional de las
Naciones Unidas en el Líbano). Alrededor del millar de
hombres esperaban en el patio de Armas a que sonase el toque
del cornetín. Había llegado el momento. Ayer finalizó la
fase de concentración de los soldados que se desplegarán en
el Líbano a partir del día 7 de febrero y la Comandancia
General de Ceuta celebró el acto de despedida, presidido por
el teniente general jefe de la Fuerza Terrestre, José
Ignacio Medina Cebrián.
Hombres, el 94%; mujeres, el 6%. El 6% de los soldados,
extranjeros; españoles los restantes. Preparados todos ellos
para participar en esta misión, la cual desarrolla Naciones
Unidas desde 1978, y en la que España aporta efectivos desde
2006, tras una incursión fronteriza de Hezbollah sobre
Israel. España lidera el sector Este del despliegue, con
originariamente 1.100 efectivos. Los soldados permanecerán
en la base ‘Miguel de Cervantes’, situada en las cercanías
del pueblo de Marjayoun, donde se encuentra el Cuartel
General de la Brigada Multinacional Este, que cuenta con
4.500 efectivos militares de El Salvador, Nepal, India,
Indonesia, Malasia, Serbia y Brunei, además de España.
A todos ellos los mandará, a partir del día 12, el general
Herrero, quien aprovechó su alocución para pedirles
“sentimiento de orgullo, por ser agentes de la acción
exterior de España en el marco de las Naciones Unidas, y de
generosidad, por transmitir solidaridad, alegría, lengua y
respeto a las culturas ajenas”.
“En definitiva, todo aquello que nos ha hecho ser
merecedores de la admiración y cariño de quienes han tenido
la ocasión de conocernos”, agregó. A sus hombres les recordó
también que atrás quedaban “seis meses de preparación
individual y colectiva” y que, hacia adelante, la necesidad
de no olvidar que son cascos azules españoles y de que
representan a las Naciones Unidas.
El teniente general Medina también se dirigió a los
presentes -entre los que, además de familiares y amigos, se
encontraban las autoridades civiles de la Ciudad Autónoma y
de la Delegación del Gobierno- para explicarles a los
soldados -especialmente a los de Ceuta y Melilla, por ser la
primera vez que se desplazan a esa zona de operaciones- que
“la motivación y el compromiso” son “la base de la cohesión
y la eficacia en el desarrollo de la misión en las
operaciones”. En cuanto a esta labor destacó que “tiene su
dificultad y complejidad”, así como que “no se pueden
descartar totalmente los riesgos”. Por todo ello, resaltó:
“El compañerismo es importante, ayudando a aquellos que, por
las razones que sean, pasen malos momentos; estáis obligados
a apoyar a los que flaqueen”. Tras la formación militar, los
soldados rompieron filas y dejaron entrever su júbilo.
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