Ceuta interesa y es conocida en Europa como primer lugar de
acogida de inmigración africana hacia el continente europeo.
El director del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI),
Carlos Bengoechea, regresa de una reunión sobre asilo
celebrada en Praga y de otro viaje de trabajo a Bruselas con
la ratificación de que la ciudad puede y debe “aprovechar”
las oportunidades de desarrollo que brinda el fenómeno
migratorio, entre otras cosas, los “muchos” fondos que
Europa destina a su tratamiento.
“En torno a la inmigración se abren muchas oportunidades que
en Ceuta vamos a tener que aprovechar en el futuro”. Esta es
una de las conclusiones en torno al fenómeno migratorio que
Carlos Bengoechea, director del Centro de Estancia Temporal
de Inmigrantes (CETI), extrae de su experiencia en este
campo y de sus contactos con organismos supranacionales de
ámbito europeo.
Bengoechea acaba de regresar de la última de las reuniones a
las que ha asistido en calidad de responsable del CETI, la
del grupo ‘Enaro’ (European Network of Asylum Reception
Organisations), una organización que agrupa a 17 organismos
europeos dedicados a la recepción de solicitantes de asilo.
La conferencia ha tenido lugar entre los días 23 y 25 de
noviembre en la República Checa. El objetivo de esta
organización es “intercambiar conocimientos y experiencias
entre el personal de los Estados miembros de esta red
europea” y de él forma parte en el caso de España el actual
Ministro de Trabajo e Inmigración. Tal como explica
Bengoechea, dentro de esta red, el CETI de Ceuta es uno de
las 48 instituciones que acogen a solicitantes de asilo o
protección internacional y que tramitan documentación.
En este y otros foros internacionales se debate a día de
hoy, además de cómo luchar contra la inmigración irregular y
la trata de seres humanos, sobre un aspecto bien distinto de
las migraciones, como es el de su “vinculación” con el
desarrollo, un campo en el que, según Bengoechea, Ceuta
puede tener oportunidades aún por explotar.
Tal como lo describe el responsable del CETI, en Ceuta
conviven dos fenómenos, el de la inmigración de origen
subsahariano, de paso por la ciudad y que requiere su propio
tratamiento y, por otra parte, el de la inmigración
marroquí, que la convierte en la que “probablemente sea la
ciudad con mayor densidad inmigratoria de España”.
Este último flujo de inmigrantes de origen marroquí supone
para la ciudad autónoma y en opinión de Bengoechea, una
ventaja, pues a diferencia de lo que ocurre en el conjunto
del país y de Europa, propicia un saldo demográfico
positivo, una “demografía sostenible”. Y es que, a su modo
de ver, la consolidación de la tendencia a “desligar
inmigración y trabajo” es un factor importante a la hora de
que se valoren los aspectos positivos de la recepción de
inmigrantes. “Hoy el trabajo es un bien escaso, no es una
vía de regularización de inmigrantes, pero sí son necesarios
para que los países europeos no pierdan y vean envejecidas
su pirámide demográfica con las consecuencias que ello
tiene”, afirma Bengoechea, quien concluye que “hay que
demostrar que, si eliminamos el problema de la inmigración
ilegal, es algo bueno, que vengan, los que sean necesarios
y, una vez integrados, que compitan en igualdad de
condiciones por el trabajo”, propone.
Por todo ello, Ceuta “se conoce en Europa e interesa” como
privilegiado “observatorio” de un fenómeno en torno al cual
están centrados los focos de parte de la política Europea y
mundial.
“Hay mucho dinero en Europa para estas políticas”, señala
Bengoechea, quien opina que en estos fondos sociales, “que
hay que saber buscar en los vericuetos de Bruselas”, existen
oportunidades para Ceuta. Si se sabe “vender” bien su
estratégica situación, la ciudad puede ser, afirma, “sede de
foros, de organismos permanentes, de observatorios
relacionados con la inmigración”, lo que se convertiría en
un “elemento dinamizador” de la economía.
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El ’Proceso de Rabat’ comenzó tras las avalanchas de 2005
Uno de los foros internacionales
más importantes dedicados a las políticas de inmigración, el
‘Proceso de Rabat’, que implica a la UE y los países
africanos emisores de inmigración, surgió precisamente en
relación con un suceso que puso a Ceuta y Melilla en primera
línea de la información de ámbito nacional y europeo: los
asaltos masivos de inmigrantes a las vallas de ambas
ciudades registrados en 2005. En el origen de este proceso
está asimismo la llegada masiva de ‘cayucos’ a las Islas
Canarias y la costa sur de la península. Al tiempo, el
‘Enfoque Global para la migración y la movilidad’, de la
Comisión Europea, ha dado lugar a propuestas de cooperación
reforzada con Marruecos, Túnez y Egipto.
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