La subida de las tarifas del taxi ya son una realidad. A
pesar de que tanto PSOE como Caballas se opusieron a la
medida, el Gobierno la sacó adelante con 17 votos a favor y
seis en contra. A partir de enero, la carrera mínima costará
3,20 euros, el precio del kilómetro pasará de 65 a 69
céntimos, y se añadirá un nuevo suplemento de animales por
un importe de 1,20 euros. El resto de complementos se
mantendrán como hasta ahora, excepto el de Feria cuya
aplicación pasará a ser de 20.00 a 8.00 horas.
Este incremento, que ha sido consensuado entre la Ciudad,
las asociaciones de consumidores y los representantes del
sector del taxi, llega después de tres años con los precios
congelados, un argumento que Guillermo Martínez Arcas
esgrimió para defender la medida frente a las críticas de
Caballas. Mientras, Juan Luis Aróstegui alegó que las
bonificaciones ya supondrán un beneficio para el sector y
que además esta subida dobla a la del IPC que en este tiempo
se ha incrementado un 5,2%. El portavoz del Gobierno también
utilizó este índice para preguntar por qué no utilizar el
IPC del transporte que ha subido hasta un 16% desde 2008.
Carracao, como ya va siendo habitual, tiró por la calle de
en medio para pedir que no se aumentara la carrera mínima y
que a cambio se compense al sector aumentando la
bonificación del combustible de 7 céntimos por litro a 9.
Opción que no fue contemplada.
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