Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, fundamentalmente
los de la Unidad de Protección y Respuesta (UPR) se
enfrentan a diario a la situación anómala de adentrarse en
territorio hostil donde no son nada bien recibidos.
De hecho, en ciertas horas de la jornada (la Policía ha
extendido su presencia casi las 24 horas en el barrio), son
apedreados desde azoteas o desde callejones.
Estos sucesos ocurren a diario, sin embargo, en esta pasada
madrugada, los agentes de Policía fueron duramente
apedreados en su trayecto por la calle San Daniel, desde
donde, por callejuelas, un grupo de vecinos (no son menores)
atacaron a los furgones policiales.
El resultado de esta acometida fue el de la luna trasera de
uno de los vehículos hecha añicos.
Los ataques son siempre del mismo modo, al paso policial y,
desde atrás, ocultos bien en zonas altas o en esquinas, se
lanzan piedras para acto seguido salir corriendo
escabulliéndose por entre la multitud de callejuelas
existentes.
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