Más de un centenar de vecinos se congregó tras el cordón
policial tras producirse el tiroteo que acabaría con la vida
de Tarek Mohamed mientras se encontraba en la ‘Cafetería
Bilal’. Este residente de la barriada pertenecía a la zona
de Poblado Legionario -Al Jalifa-, y algunas de sus vecinas
comentaban que era una persona ejemplar y un “buen hombre”.
“No entendemos por qué ha pasado esto, él no se metía con
nadie”, resaltaban sin dar crédito a lo que acababa de
ocurrir. “Solía ir mucho a la barriada de la Almadraba”,
resaltaban. “Era un padre con cuatro hijos, no se puede
permitir algo así”, fue una de las frases más escuchadas a
lo largo de la jornada.
Los grupos de jóvenes fueron los que se acercaron más al
lugar de los hechos. Algunos, sin parar de fumar
cigarrillos, recordaban aún “muy presente” la muerte de
Karim Mohamed el pasado mes de julio. “Dos meses; no se
puede seguir así”. Los comentarios y los rumores se sucedían
entre los residentes. “¿Por qué lo habrán matado?”, se
preguntaban. “¿Qué es eso tan malo que ha hecho para que le
hagan una cosa así?”, decían otros. “Esto no se puede quedar
así”, continuaban indignados. Durante los más de 60 minutos
que transcurrieron desde que se produjeron los tiros hasta
que se levantó el cadáver del joven de 32 años para
trasladarlo al hospital, el número de vecinos se fue
reduciendo hasta el medio centenar. La mayoría eran los
conocidos, amigos y “más allegados” del fallecido, junto a
algún que otro familiar, como fue el caso de su padre, que
también se personó en la cafetería, tuvo que ser atendido
por varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía.
El padre, desolado
Es el tercer hijo que pierde este padre. Los dos mayores
murieron en accidentes de tráfico -uno en Algeciras y otro
en Castillejos-. La desgracia ha vuelto a caer sobre esta
familia de ocho hermanos que ha perdido Tarek tras el
sangriento suceso de ayer.
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