Dos jóvenes marroquíes, hermanos de entre 20 y 30 años,
resultaron muertos por ahogamiento al precipitarse su
vehículo, un Kia Picanto de matrícula marroquí, a las aguas
del puerto después de una impericia en la maniobra cuando
iban a salir del aparcamiento. El suceso ocurrió pasados
unos minutos de las 00:00 horas y movilizó a todos los
servicios de emergencias de la ciudad. Las labores de
reanimación realizadas por los técnicos del 061 y los
sanitarios de Cruz Roja resultaron en balde. Varios jóvenes,
testigos de los hechos, se lanzaron al agua sin la fortuna
de poder rescatarlos. La falta de luz jugó un papel
decisivo.
Los primeros minutos del lunes revivieron, otra vez, el
drama de la pérdida de la vida por ahogamiento en las aguas
del puerto. Las barreras físicas establecidas para evitar
estas circunstancias, que existen, no fueron suficientes.
Una maniobra mal hecha con el vehículo, un Kia Picanto de
matrícula marroquí, sirvió para que en lugar de ir marcha
atrás, el vehículo, se accionara con velocidad hacia
adelante con tal celeridad que logró desplazar una de las
piezas de hormigón que sirven para separar la zona de
circulación con el cantil del muelle, en el antiguo puerto
deportivo.
Pasaban escasos minutos de la media noche cuando dos
hermanos marroquíes, habituales colaboradores de las
agencias existentes en el puerto, según ha podido conocer EL
PUEBLO de testigos presentes en el suceso, se disponían a
salir con su vehículo cuando se precipitaron al agua.
El impacto contra las barreras físicas fue de tal calibre
que el coche se elevó mínimamente para quedar rápidamente en
mitad del vacío y caer sin solución al agua.
Clientes de una cafetería cercana, que se percataron del
hecho, dieron aviso de inmediato a las emergencias, algunos
jóvenes se lanzaron al agua para intentar ayudar pero
resultaba imposible por la falta de visibilidad. Uno de
ellos incluso llego a tocar el vehículo pero le resultó
imposible la acción de rescate.
En superficie, unos diez minutos después del suceso, según
los testigos, llegaron las ambulancias y la Policía Local.
La Guardia Civil y los bomberos minutos después -dijeron-.
Submarinistas del SEIS se lanzaron al agua, también de la
Guardia Civil.
El primero de los hombres era extraído del agua más allá de
las 00:20 horas. En la misma neumática de la Benemérita se
le realizaba los primeros masajes cardiacos. Instantes
después el segundo también estaba en superficie.
Los segundos eran vitales. La dificultad era evidente. Los
cuerpos rescatados habían sido trasladados a las
inmediaciones de las ambulancias donde el personal técnico
del 061 y de la Cruz Roja trataban por todos los medios
maniobras para revivirlos en tanto la Policía Portuaria,
Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local montaban sus
correspondientes dispositivos para acordonar la zona y
controlar al muy numeroso gentío que se dió cita en el
lugar.
Sobre la 00:45 horas se desistió. Los hombres habían entrado
en parada cardiorespiratoria y sólo se pudo certificar sus
muertes. Minutos más tarde se levantaron judicialmente los
cadáveres.
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