Mª Ángeles interpuso ayer una reclamación en el centro de
Atención Especializada, después del incidente en el que se
vio envuelta el pasado lunes. La mujer asegura que en el
servicio de Dermatología del centro sanitario no atendieron
a su hija, de un año y medio, a pesar de llevar tres partes
de Urgencia, a donde había acudido después de que a la niña
le saliese un sarpullido. La mujer asegura que se sintió
“indignada” y “humillada” por el dermatólogo, el cual llamó
a la Policía cuando la madre se instaló en la consulta.
La peregrinación de Mª Ángeles por los servicios sanitarios
de Ceuta comenzó el pasado 26 de agosto. La situación ha
desembocado en que, ayer, la mujer ha interpuesto una
reclamación en el centro de Atención Especializada por la
situación generada y por el trato recibido por parte del
médico que debía atender a su hija. Todo comenzó cuando a la
niña, de un año y medio, le salió un sarpullido por las
zonas en las que le roza el pañal. La mujer llevó a su hija
al servicio de Urgencias del Hospital Universitario y allí
la remitieron a que se dirigiese, al día siguiente, al
dermatólogo. Así lo hizo, pero en el servicio de ‘Citas
previas’ del Hospital Universitario la respuesta fue que las
consultas estaban suspendidas tanto para ese viernes como
para el lunes posterior. La madre se dirigió entonces a
‘Atención al Paciente, en donde la remitieron de nuevo a
Urgencias. Es allí donde una doctora le recetó un
medicamento. Pasaron tres días y el sarpullido no sólo no
remitió, sino que le provocó una irritación, por lo que la
madre volvió a Urgencias con su hija. En dicho servicio el
médico que atendió a la menor la remitió al dermatólogo,
otra vez. Este lunes, Mª Ángeles se presentó en ‘Citas
Previas’ y de allí la remitieron a la consulta de
Dermatología. A las 10.20 horas llegó a la consulta,
acompañada con su hija enferma y con la hermana de esta, de
nueve años, y entonces surgió el conflicto, según ha
denunciado la propia madre.
“A las 11.30 horas entra el último paciente de consultas. Se
marchan. Pregunto y me dicen que a las doce tenía que haber
empezado. El doctor llega a las 12.20 y entra un paciente
sin haberlo llamado por megafonía. Están dentro hora y
media. Cuando salen pregunto y me dicen que ya me llamarán.
Sale otro paciente, me dirijo al enfermero y le pregunto que
a qué hora le toca a mi hija. El doctor le dice al enfermero
que no me haga caso y que pusiera cara de póquer. Me sentí
ofendida y dije que de ahí no me iba hasta que atendieran a
mi hija. El doctor García Blesa se levantó, llamó a
Seguridad y ordenó que llamaran a la Policía”, explica Mª
Ángeles.
Todas las citas, anuladas
Tras el incidente, el doctor anuló todas las citas del día y
la usuaria se dirigió a ‘Atención al paciente’. La señora
asegura que el médico se ha negado a atenderla y que la
emplazan “hasta el jueves” en que pase consulta la
dermatóloga de apoyo. “Tengo tres partes de Urgencia y ahora
tengo que esperar a que me llamen para ver qué día me dan
cita”, lamenta la madre, mientras su hija sigue sin ser
atendida. La mujer asegura que nadie la informó de que a qué
hora debía ser atendida su hija ni tampoco de que las
Urgencias eran atendidas al final de las consultas del día.
Todo esto fue lo que la ha llevado a interponer la susodicha
reclamación a la Gerencia de Atención Especializada del
Ingesa. Han descartado, sin embargo, poner una denuncia en
los Juzgados porque aseguran que, tras preguntar en la
Comisaría de Policía, los agentes le han dicho que este tipo
de casos “se archivan sin más”.
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‘Delitos contra el orden público’ o falta de paciencia
No es casualidad la vinculación
entre los términos ‘paciente’ y ‘paciencia’, procedentes
ambas de la misma raíz latina. ‘Patiens’ significa
sufriente. La impaciencia es la que desencadena, en
numerosas ocasiones, altercados en el ámbito sanitario. La
impaciencia del paciente y la del sanitario. Pero un mínimo
conflicto puede convertirse en un problema mayor. La usuaria
asegura que, en ningún momento, arremetió a insultos contra
el personal sanitario. El doctor, por su parte, anota que la
señora “se puso a insultar”. “No te lo tomas como algo
personal, lo ves como fruto de los nervios”, agrega el
médico. Para solucionar conflictos de estas características,
la Asociación Nacional para la Seguridad Integral en los
Centros Hospitalarios presentó el pasado mayo en Ceuta un
Manual de prevención ante las agresiones al personal
sanitario, donde destaca la figura del mediador. El Código
Penal recoge los ‘Delitos contra el orden público’.
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