El doctor Carlos García Blesa, dermatólogo del Hospital
Universitario de Ceuta, prefiere no “hacer sangre” de este
asunto, “por el bien de la señora”, ya que podría ser
acusada “de un altercado contra el orden publico”. “Gente
que pierde los papeles en la consulta hay mucha, en realidad
es una más”, agrega el médico, que asegura que está
acostumbrado a encontrar controversias de este tipo en su
trabajo, aunque él nunca se había visto de manera personal
involucrado en ninguna. García explica cómo, a su parecer,
transcurrieron los hechos: “A los pacientes que llegan por
Urgencias se les atiende al final de las consultas. En la
lista aparecía que la niña debía de ser atendida a las 14.10
horas. A la 13.45 horas, su madre comenzó a montar fuera un
altercado con el enfermero. Esta señora irrumpió en la
consulta de forma amenazante y dijo que ella no salía de
allí. Lo que hizo esta mujer no se puede permitir. Le dije
‘señora, espere su turno’, pero ella se puso cada vez más
alterada y, visto su estado, para templar el enfrentamiento,
se llamó a seguridad. Le pidieron que se fuera y,
finalmente, debieron llamar a la Policía por irrupción del
orden público, porque ella decidió entrar en la consulta por
su cuenta”.
Tras el incidente, “que duró hasta las dos y pico”, el
médico anuló las consultas “con el consecuente perjuicio
para los demás pacientes”. “Lo que hizo esta señora es
fastidiar a las demás personas, incluida a su hija”, apunta
García.
En cuanto a la negación de asistencia -la usuaria explica
que el doctor no quiere atenderla-, el médico asegura: “Yo
no tengo ningún problema en verla. Ya estamos acostumbrados
a esto. Yo entiendo, además, que una madre se desviva por su
hija. En ningún momento se le negó la asistencia, y se le
insistió en que se esperase al final. Ella en todo momento
ha podido ser atendida, lo que pasa es que no quiso respetar
su turno”. Apunta también que, en cualquier caso, también
entendería que si quiere “ser vista por la otra dermatóloga,
también está en su derecho”.
El doctor explica que el personal sanitario “intenta ser
comprensible con la gente que pierde la paciencia“, pero que
ello no impide que se produzcan situaciones de estas
características. “Los pacientes no entienden que un enfermo
no es una hora o una cita, que no son diez minutos; pero
esto también entra dentro de lo que es nuestra profesión“.
Falta de especialistas
“El problema -añade el facultativo- es también que sólo
estoy yo en el hospital como dermatólogo fijo, y me tengo
que encargar de la atención continua de toda la población,
ya que hay una dermatóloga de apoyo, pero sólo viene los
jueves y los viernes, y una persona no da más de sí”.
El médico lamenta que las personas “no estiran” y que hay
días en los que deben atender “hasta a ocho o diez personas
de más”, ya que pasan “de una lista de 22 pacientes a los
34” que finalmente se atienden. “Se les ve porque no se les
va a dejar sin atender, pero tampoco se puede permitir que
una sola persona se haga dueña de un servicio público y pase
por encima de los pacientes sin respetar unas normas cívicas
mínimas. Eso es intolerable”, agrega el médico, que explica
que aunque las consultas finalicen a las dos de la tarde,
hay días que trabaja “hasta las tres y media”.
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