Pérdidas de hasta seiscientos euros, cajas que podían haber
rondado los trescientos euros y se quedaron en quince y
enfados de los vecinos. El corte del suministro eléctrico
que dejó a gran parte de las barriadas de Ceuta en la
oscuridad durante la madrugada del lunes al martes, y que
continuaron ayer, ha acarreado importantes consecuencias
económicas.
“Quince euros hemos hecho de caja, cuando lo habitual es
unos 250”, explicaba Reduan Bakkala, de ‘La Alhambra’. Uno
de tantos que ayer por la mañana lamentaban las pérdidas
económicas que les había supuesto el apagón en el que en la
madrugada del martes se vio sumida la ciudad casi al
completo.
Hasta alrededor de los 600 euros ascendían las pérdidas,
según calculaban en el bar ‘Los Pinchos’, donde muchos
platos, de las 29 mesas que tenían instaladas por la noche,
se quedaron preparados y sin servir cuando la gente que
estaba a punto de cenar decidió marcharse antes que tener
que comer a oscuras.
Lo mismo lamentaban en otros locales. Como en el restaurante
de Sahabito, en el Mirador de Isabel II, que temía la vuelta
de los comensales a la ciudad. En general, muchos helados
derretidos. Aunque quienes se han llevado la peor parte han
sido los obradores de pan.
Alba, del ‘Horno Artesanal’, explicaba que su madre, María
del Carmen, se había pasado la mañana intentando reclamar y
que le decían que el seguro no pagaba nada al tratarse de un
fallo eléctrico. Más de doscientos euros en tartas
derretidas y dulces que no habían pasado la fermentación.
“Están llenas de agua porque todo el hielo se ha derretido
encima de ellas”, explicaba. Hasta las ocho de la mañana no
les llegó a su zona, en los bajos del Mercado Central, el
suministro de luz.
También hubo quienes antes de esa hora se presentaron en sus
locales, como los del mercado de Real. Imposible acceder a
ellos. Al no haber electricidad, no se podían abrir las
verjas de seguridad.
“Yo he tenido suerte”, agregaba Mauricio, cuyos peces habían
sobrevivido porque al estar en verano, la temperatura del
agua de los acuarios no había descendido. “Esto se arreglaba
poniéndoles una multa de dos millones de euros”, proponía
José Luis, un vecino enfadado.
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