La Ciudad junto con Acemsa está analizando las tomas de
riegos dispuestas en todas las barriadas para determinar
cuál va a ser su uso, “el más razonable”, señaló García
Castañeda para dar cuenta del “esfuerzo” que realiza el
Gobierno para garantizar la racionalización del consumo de
agua no potable que sirve para el baldeo y el riego de las
zonas verdes de la ciudad.
Según el consejero de Servicios Comunitarios y Barriadas el
Plan de Riego, que se lleva elaborando desde hace un mes y
medio con el objetivo de “intentar consumir el menor agua
posible”.
“Estamos dando solución a aquellas barriadas que tienen
jardines y que mantienen los propios vecinos para que se
pueda garantizar el riego sin que se produzca un exceso de
consumo”. Aspecto por el que se realiza ese estudio cuya
finalización se estima esté para el mes de septiembre,
avanzó Castañeda.
Se trata, efectivamente, de conocer exactamente el modo de
acometer el riego en los distintos puntos verdes de la
ciudad en función del tipo de césped o jardineras florales,
así como el número de árboles, su identificación y la
periodicidad del riego.
“El objetivo -insistió el consejero de Servicios
Comunitarios y Barriadas de la Ciudad Autónoma- es
racionalizar el agua y este estudio-análisis corrobora la
intención del Gobierno de adaptar los sistemas para consumir
justo lo necesario”, volvió a insistir García Castañeda.
El responsable de los Servicios Comunitarios puso en valor
la labor del Ejecutivo en la salvaguarda “de un bien común
como es el agua”.
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