“Quieren rizar el rizo. Zapatero a sus zapatos”, dijo el
consejero de Servicios Comunitarios y Barriadas en relación
a Caballas y su especulación sobre el uso del agua para el
baldeo. “Si el que hace afirmaciones temerarias preguntara
antes y se informara, hablaría de cosas ciertas” y remató la
frase con que “aquí los únicos que mienten son los del grupo
Caballas”.
García Castañeda se hizo acompañar en la visita a las
instalaciones de la depuradora por el director técnico de
Acemsa, Juan Manuel Sánchez. El alto funcionario local dio
más explicaciones: “Nosotros no nos planteamos inyectar a la
red de distribución el agua que llega desde los manatiales
de Marruecos. Tenemos que controlarla y comprobar que es
potable y dotarla de los medios de protección necesarios
para el consumo humano”, dijo antes de añadir sobre el agua
de Beliones sin tratar, “será más o menos limpia, pero
nosotros tenemos que garantizar la calidad del agua.
Mientras estamos especulando. ¿Quién define que el agua de
Beliones es potable?, nosotros” -se respondió-.
La toma desde donde cargan las cubas es de una tubería
directa que procede de aquellos manantiales y a la que se le
ha practicado un acceso intermedio para estas funciones
antes de pasar por los depósitos de depuración.
Sánchez señaló a los periodistas las tuberías que llegan
hasta la depuradora, su procedencia y su recorrido. Son
conductos por los que circula el agua de los manantiales de
Benzú-Beliones de un lado y los del agua desalada por otro
procedente de la planta desalinizadora.
El pozo de los jardines de la Argentina dispone de un nivel
mínimo de agua, incapaz de llenar las cubas para el riego y
los baldeos. La causa de ese bajo nivel está relacionado con
la época estival “Todos los acuíferos bajan durante el
estío”, dijo el director técnico de Acemsa “y éste también”.
A este dato temporal se le une el hecho -añadió- de que su
ubicación está en una zona cada vez más urbana. “Cada vez
que se construye un edificio esas aguas subterráneas se
desvían, se incorporan a la red y se reduce la capacidad de
captación”. Sánchez también alertó sobre cómo se manejan las
cifras para causar alarma. Los litros para el riego y el
baldeo “son mínimos si los comparamos con los que la ciudad
gasta para el consumo humano al día”, 350.000 litros frente
a los 25 millones de litros que se inyecta a red de
abastecimiento para que vayan a los grifos de los ceutíes”,
dijo. “Hay que poner los números en su verdadera magnitud”
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