El proyecto de la Ciudad Autónoma para la restauración y
adecuación como museo del conjunto histórico de la Puerta
Califal, valorado en 1,8 millones y que se financiará en un
75% dentro del 1% Cultural del Ministerio de Fomento, ha
sido adaptado para suprimir, por recomendación del Instituto
de Patrimonio Cultural de España, el ascensor de acceso.
El descenso, desde el adarve de las Murallas Reales, al
conjunto histórico de la Puerta Califal será espectacular.
Una escalera que entre dos de sus tramos tendrá un
“voladizo” a modo de mirador, ofrecerá al visitante una
exepcional perspectiva de dos milenios de historia de la
ciudad. El proyecto, al que ha tenido acceso EL PUEBLO tras
aprobarse su financiación en un 75% con cargo al programa
del 1% Cultural, suprime, por recomendación del Instituto de
Patrimonio Cultural de España (IPCE), el ascensor que en un
principio fue ideado por el arquitecto.
El ‘Proyecto Básico y de Ejecución de consolidación,
restauración y adecuación a la visita pública de la cubierta
de las Murallas Reales y de los vestigios arqueológicos en
el ámbito de la Puerta Califal de Ceuta’ ha sido redactado
por el arquitecto de la Ciudad José Pedro Pedrajas, adscrito
a la Consejería de Fomento, y tiene un presupuesto de 1,8
millones de euros (1,4 de ejecución material). El promotor
es la Consejería de Educación, Cultura y Mujer.
El ámbito del proyecto queda delimitado, dentro del Frente
de Tierra de las Murallas Reales, al norte por el Baluarte
de la Bandera, al sur por el de la Coraza, al Este por las
bóvedas del Hotel Parador y la calle Edrisis y al Oeste por
el foso navegable. La superficie total de actuación es de
6.384 metros cuadrados y la aproximación histórica que
acompaña al proyecto arquitectónico ha sido redactada por el
arquitecto de la Ciudad, Fernando Villada, director de las
campañas de excavación que, en diversas fases, se han
realizado en el enclave en los años 2003, 2005, 2008 y 2009.
Aunque el hallazgo de restos arqueológicos en el Parador se
remonta a su construcción, la Puerta Califal fue descubierta
en su interior, en concreto, en una dependencia utilizada
como almacén, en el transcurso de las I Jornadas de estudio
sobre Fortificaciones, en junio de 2002.
“Autenticidad”
La intervención en el conjunto de la Puerta Califal ha sido
concebida, según sus promotores, con una “filosofía” que
trata de mantener su “autenticidad”, que se considera uno de
sus principales valores. Para ello, la estructura se
mantendrá intacta y como añadido -bien diferenciado y por
cuestiones de estabilidad-, sólo se reconstruirá parte de un
arco. El acceso podrá hacerse a través de la calle Edrisis
-junto a la Oficina de Turismo y a la entrada del puente del
Cristo- y también, en el caso de las personas con problemas
de movilidad, por el Parador.
En el interior, una pasarela para la que aún se busca el
material más idóneo, dará acceso a las diferentes “salas”
del conjunto monumental. La pasarela servirá además para
ocultar las instalaciones.
El proyecto se justifica, tal como se hace constar en la
Memoria, por el “interés social” del enclave como legado
histórico a preservar para futuras generaciones, además de
por su interés histórico y su “monumentalidad”. También se
menciona su potencial “económico” como fuente de ingresos a
través de su explotación turística y como generador de
puestos de trabajo.
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