Desde que se produjo el “brote colectivo por toxiinfección
alimentaria” los pasados días 1 y 2 de este mes, el Ingesa
ha atendido en el Servicio de Urgencias a un total de 45
pacientes, de los cuales 43 eran varones. La sintomatología
que presentaban estos menores fue en un 92% vómitos, un 100%
de diarrea y un 56% de fiebre. La media de edad de las
personas atendidas ha sido de 18,54 años, según explica una
nota de prensa remitida por el Hospital Universitario.
Además, se habilitó una “infraestructura especial” en la que
ingresaron de forma simultánea hasta 30 pacientes desde las
21:00 horas del 1 de julio. La distribución de pacientes se
realizó en tres grupos principales de cuatro áreas, una de
ellas en la sala de espera de observación pediátrica.
También se estableció un circuito directo de entrada desde
el exterior.
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