El pasado viernes el Cuerpo de Bomberos, dependiente de la
Consejería de Presidencia y Gobernación, inició dos retenes
para prevenir y “evitar daños mayores” si se producen
incendios en Monte Hacho y García Aldave. Un total de diez
funcionarios, con dos ‘pick up’ y dos camiones-cuba con
“bombas nodrizas”, velarán por los montes junto a las
Brigadas Forestales de Obimasa. La consejera del área,
Yolanda Bel, resaltó la importancia de la “coordinación” y
la colaboración entre los grupos. EL PUEBLO visitó ayer el
retén de García Aldave para conocer cuáles van a ser sus
funciones y su trabajo diario.
Los retenes del Cuerpo de Bomberos que se han habilitado
para prevenir incendios en los montes de la ciudad
comenzaron a funcionar el pasado viernes. Además, los
funcionarios del Servicio de Extinción de Incendios y
Salvamento ya han comenzado “con la campaña de prevención”
de fuegos. La consejera de Presidencia y Gobernación,
Yolanda Bel, resaltó que es una medida “preventiva” de
carácter “muy importante”. “Que haya un retén permite que un
incendio no se propague por la intervención inmediata de
Bomberos, tanto en el Monte Hacho como en García Aldave”.
Por lo tanto, “se acerca el servicio al posible foco de
incendio, lo que evita que la propagación y el daño causado
sea mayor”, destacó.
En total, son dos dotaciones de profesionales del SEIS: en
el Monte Hacho, son cuatro, un conductor, dos bomberos y un
cabo y en García Aldave, seis, un conductor, cuatro bomberos
y un cabo.
El horario del retén es de lunes a domingo de 14:00 a 21:00
horas, que, “según las estadísticas”, suponen la franja
horaria de “más riesgo a causa del calor”, comentaba ayer a
EL PUEBLO el mando de García Aldave, Miguel Ángel. Estos
retenes cuentan con la colaboración de las Brigadas
Forestales de la sociedad municipal Obimasa. “Recorren el
monte desde la base que tienen en el Mirador de Benzú hasta
el de Isabel II”, resaltaba el cabo. En cada uno de los
montes en los que se ha activado el retén, los bomberos
disponen de “un camión con bombas nodrizas”. Las que se usan
en ambos montes tienen una capacidad de 9.000 litros de agua
para erradicar cualquier fuego que se pudiera producir.
También cuentan con dos ‘pick up’ todoterreno que dispone de
todo lo necesario. “Los incendios forestales fortuitos
prácticamente no existen, el porcentaje sería del 0,1%”,
recalcó Miguel Ángel, quien aseguró que la mayoría de los
fuegos suelen producirse “por alguna fogata de los campistas
o una colilla que tiran los vehículos, algo que es menos
probable ya que hemos estado haciendo pruebas a ver si salía
ardiendo, pero no se ha producido fuego”. Algunos son
“directamente intencionados”, aseveró.
Por otra parte, los retenes son “voluntarios”, es decir, “se
escribe una relación de todo el personal que esté interesado
en hacerlos y se va distribuyendo el trabajo para que no se
haga muy repetitivo”, explicó el cabo. En concreto, en
García Aldave, el equipo se encuentra “la mayor parte del
tiempo” en la curva del Monte de la Tortuga porque ahí
tienen “visibilidad de todo el pinar”. “Lo más bonito que
queda es esta parte”, resaltó. “La otra parte -la de Isabel
II- por desgracia se quemó en dos incendios forestales, en
los años 1984 y 1994”.
Sin embargo, tal y como comentaron los compañeros del
servicio, “se ha repoblado un poco toda la zona”. Por el
momento, no han tenido ninguna incidencia, pero sí que hubo
un “pequeño conato” sobre el mediodía del jueves en las
inmediaciones de la “antigua cárcel de mujeres en el Sarchal”,
informó el cabo. En definitiva, es un equipo “muy animado”
que velará por la seguridad de los montes de la ciudad.
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