La obra que la Sociedad de Infraestructuras Penitenciarias (SIEP)
lleva a cabo en Fuerte Mendizábal para preparar los terrenos
en los que se construirá la nueva cárcel está en su “fase
final”. Hasta la fecha se han extraído unos 2,7 millones de
metros cúbicos de tierras y se ha comenzado ya a allanar las
distintas plataformas en las que se edificará el centro.
El importante movimiento de tierras que se lleva a cabo en
Fuerte Mendizábal para la construcción de la nueva cárcel ha
alcanzado, según los técnicos responsables de la dirección
de obra, su fase final. Hasta la fecha se han movido unos
2,7 millones de metros cúbicos de tierra y roca y se calcula
que habrá poco más volumen que extraer y que tan sólo puede
darse alguna voladura “puntual”.
En este momento, la empresa adjudicataria de la obra, Ribera
Navarra, trabaja ya por tanto en la explanación de las
plataformas que, en distintas cotas, acogerán los edificios
del centro penitenciario, a los que se añadirá un Centro de
Inserción Social (CIS). Esta tipología de prisión se
implantó en 2004 por Instituciones Penitenciarias para las
cárceles de nueva construcción, con una estructura “urbana
modular en la que se integran edificios, calles y plazas”.
La obra de movimiento de tierras de Fuerte Mendizábal
comenzó a finales de 2009 y según se anunció un año después,
en principio se esperaba que la prisión, en cuya
construcción se invertirán 95 millones de euros, pudiera
comenzar a construirse en el primer trimestre de 2011. Según
informó este diario el pasado 10 de marzo, la dirección de
obra calculaba que aún quedaban cuatro meses para que
concluyese la fase de movimientos de tierra, un plazo que
por el momento se cumple y que terminaría en junio. El
proyecto se adjudicó por 7,5 millones de euros a la UTE
Construcciones y desmontes Ribera Navarra, S. A. y
Compactaciones y Nivelaciones Pardo, S.L.
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