Varios usuarios han protestado de que el aparato de
densitometría del Hospital Universitario de Ceuta no
funciona desde hace meses, por lo que se están anulando las
citas, sin fecha de emplazo. No son las únicas quejas que se
emiten en relación a los materiales del centro, desde su
traslado del Hospital de la Cruz Roja, hace poco más de un
año. La instalación de nuevas incubadoras más deficientes
que las del antiguo centro, o máquinas del servicio de
Radiología que no son de alta definición y que, en
consecuencia no tienen una alta precisión, son algunas de
las carencias que señalan profesionales sanitarios y
usuarios del centro.
El aparato que realiza, en el Hospital Universitario de
Ceuta, la prueba de densitometría, la cual determina la
densidad mineral ósea y con la que se diagnostica la
osteoporosis, dejó de funcionar hace varios meses. Al
parecer, se le estropeó una pieza.
A principios de marzo ya no sólo no daban citas para
realizar la prueba, sino que los administrativos del
Hospital empezaron a llamar a los pacientes para anular, sin
fecha de emplazo, las citas ya expedidas.
Los pacientes critican que les asignaron las citas en enero
y que ahora se las anulan sin darle una alternativa, porque
llevan varios meses sin arreglar el aparato. Fuentes del
hospital señalan que, efectivamente, este aparato lleva
varios meses sin funcionar, y que, al ser el único
existente, los ciudadanos no tienen posibilidad de hacerse
esta prueba. A algunos pacientes, el Hospital está optando
por trasladarlos a la clínica de radiología de Ceuta, un
centro privado. Aunque en dicho centro no realizan las
pruebas completas, sino parciales, por lo que a menudo no
son suficientes, según indican fuentes sanitarias.
El Hospital Universitario dispone desde su inauguración,
hace poco más de un año, de un aparcamiento, 38 consultas
externas, 26 ascensores, una sala de observación con nueve
camas, una ludoteca, treinta áreas de descanso, una sala que
hace de cafetería, varias recepciones, cinco quirófanos, 229
camas, y varios espacios más, repartidos por los 56.000
metros cuadrados que mide el Hospital.
Unos servicios y espacios que, según la gerencia del Ingesa,
se habilitaron con los mejores materiales y con máquinas de
las últimas tecnologías, pero que, según los usuarios y los
trabajadores, dejan mucho que desear.
Varias han sido las protestas de usuarios de que las
máquinas del área de radiología, donde precisamente se ubica
el aparato de densintometría, no son de alta definición,
como la resonancia nuclear magnética, por lo que es baja la
precisión en los resultados, hasta el nivel de no ser aptas
cuando el paciente debe ser atendido en la península, según
explican los usuarios, y confirma el personal.
En la misma línea de protestas, muchos trabajadores
reconocen que algunos equipos utilizados en el antiguo
Hospital de la Cruz Roja funcionaban mejor que los nuevos
del Universitario.
Indican, por ejemplo, el caso de las incubadoras. Consideran
que las del antiguo centro eran más eficaces, al disponer de
mecanismos como, por ejemplo, la autolimpieza, mientras las
nuevas, según señala el personal, y según han denunciado los
sindicatos en varias ocasiones, tienen que limpiarlas los
trabajadores de forma manual. Unos materiales de “última
generación” que se convierten en la continua reclamación de
los usuarios. Detalles, como, por ejemplo, que un váter,
ubicado en el cuarto de baño de consultas externas, esté
sujetándose con una estaca de madera.
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