Más de medio centenar de personas participaron ayer en la
búsqueda del conductor de FEAPS desaparecido al mediodía del
viernes y localizado ayer, sin vida, en un desnivel de la
zona rocosa de Recinto Sur, a escasos metros del pabellón
Guillermo Molina.
A primeras horas de la mañana, las embarcaciones de la
Guardia Civil ya rastreaban la zona donde el ceutí fue visto
por su compañera de trabajo antes de su desaparición.
Cuando, al parecer, se asomaría al mar con la previsión de
ir por la tarde a pescar con otro compañero. Pasadas las 24
horas, tal y como estipula la norma, se activó el
dispositivo de coordinación entre los diferentes cuerpos y
entidades, a través de la dirección de Protección Civil.
Desde la Benemérita, se incorporaron los GEAS, y varias
embarcaciones además de equipos rurales de dicho cuerpo.
Mientras que desde Protección Civil se articularon cuatro
equipos de voluntarios que peinaron a pie la franja
comprendida entre Fuente Caballo y la potabilizadora. A
ellos se unieron los voluntarios y socorristas de Cruz Roja,
que también añadió sus lanchas de Salvamento Marítimo e
hileras de cuatro voluntarios que recorrieron las laderas
por cuerdas, quienes finalmente localizarían el cadáver. El
punto de comunicaciones se estableció en la explanada
próxima al faro del Monte Hacho, donde un dispositivo
conformado por unos siete profesionales de ARCE controlaban
por radio y prismáticos, desde las alturas, la labor del
resto de efectivos. La escasa cobertura telefónica
dificultó, en algunos momentos, la comunicación con el resto
de Cuerpos aunque, afortunadamente, los dispositivos
radiofónicos asumieron esa función.
Pero no sólo ellos contribuyeron a la búsqueda y
localización del ceutí, conductor de FEAPS, ya que algunos
particulares quisieron unirse al dispositivo con sus
embarcaciones. Mientras tanto, desde las dos de la tarde y
hasta las seis que concluyó el operativo, todo el personal
barrió acantilados, cuevas y playas a través del roquedo y
las complicadas zonas de acceso de esa zona del litoral
ceutí. Todos ellos, con una fotografía del desaparecido y la
descripción facilitada por sus familiares y testigos
presenciales de los hechos. Lamentablemente, todos los
esfuerzos, que fueron muchos, sirvieron para localizar al
ceutí, hallado sin vida por cuatro voluntarios de la entidad
humanitaria.
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