sociedad - LUNES, 21 DE MARZO DE 2011

CEUTA
Cristina Marzán
ceuta@elpueblodeceuta.com

Con motivo de la celebración del Día Mundial del Síndrome de Down, la entidad social ceutí se instalará hoy en el Paseo del Revellín para promover la conciencia ciudadana y además dar a conocer, por parte de las personas con discapacidad, cuáles son las reivindicaciones que giran en torno a la autonomía personal, en la ciudad, un piso tutelado y empleo.

”A la sociedad le cuesta entender que tenemos deseos, sueños y metas como las demás personas. Cuando tengáis la oportunidad de hablar con alguien como yo, preguntadle acerca de sus proyectos y objetivos, veréis que todos compartimos sueños parecidos”. Estas serán algunas de las reivindicaciones que hoy se desprenderán del manifiesto que hará público la Asociación Down Ceuta en este Día Mundial en el que profesionales y usuarios se desplazarán hasta el Paseo del Revellín para promover la conciencia ciudadana y solicitar prestaciones y servicios que ayuden a favorecer la autonomía de estas personas con discapacidad. “Este año todo nuestro trabajo gira en torno a la vida independiente”, subrayó María Luisa Villadén, presidenta de la Asociación Down Ceuta.

Entre las peticiones formuladas por la entidad social “para un futuro no muy lejano” se encuentran la adecuación de un piso tutelado y programas de formación con perspectivas a la inserción laboral posterior de las personas con discapacidad.

“Hay chicos que ya han perdido a sus padres y necesitarían a empezar a convivir con otros bajo la supervisión de un tutor, de ahí la necesidad de un domicilio”, explicó Villadén. Y pese a la concesión del deseo, si se produjera, habría que sumar un trabajo añadido con los núcleos familiares de estas personas con Síndrome de Down. “Es necesario trabajar la independencia de estos niños mayores que están escolarizados en San Antonio pero hasta los 21 años. Luego, tenemos cinco o seis mayores que sí podrían convivir en estos pisos tutelados”, añadió la portavoz de la asociación. La contrapartida de esta petición es que, para que los usuarios pudiesen independizarse, sería necesario un contrato de trabajo, por lo que la otra reclamación de Down Ceuta es la formación con vistas al mercado laboral. “Muchas veces se crea una relación de dependencia entre padres e hijos que no es buena porque el niño no llega a alcanzar las cotas de autonomía que le sirvan para desenvolverse en la vida diaria, desde ducharse a hacer una comida”, valoró Villadén.

La realidad es que los recursos que a este respecto ofrece la ciudad son “bastante básicos”, como cursos de jardinería en San Amaro o la contratación a través del Plan de Empleo. “Son los únicos dos usuarios que tenemos integrados porque, realmente, lo necesario es un curso de continuación, que es lo que perseguimos de las Administraciones”, comentó la presidenta de Down Ceuta, sin importar la especialidad que fuese pero “sí una apertura posterior al ámbito laboral”, añadió. A modo de ejemplo, “una escuela taller”, sugirió, para que luego las empresas puedan recepcionar a estos demandantes de trabajo.

Dicha entidad social asiste diariamente a más de una treintena de usuarios aunque la respaldan más de un centenar de asociados.
 

Un escalón de progreso de 40 años, “una diferencia abismal”

Los niveles de prestaciones y servicios asistenciales a las personas con Síndrome de Down han cambiado porque así lo han hechos, además, las preferencias de estas personas y su desarrollo personal y educativo unido a la percepción del colectivo por parte de la sociedad. “Ha cambiado desde la educación de los padres hasta el concepto de lo que es un hijo con discapacidad. Antes tampoco existía la integración escolar y tenían a los niños en casa, por lo que era necesario que los padres estuviesen muy preparados y tampoco era el caso. Ahora tenemos estimulación básica en los centros del IMSERSO, que es la base de inicio, y se trabaja con un niño prácticamente desde que nace, añadiendo luego la logopedia y el refuerzo escolar”, enjuició María Luisa Villadén, presidenta de Down Ceuta.

El progreso se deja notar en el grado de autonomía de las personas con esta discapacidad y en dicha entidad notan, palpándolo en un “escalón” de aproximadamente 40 años, entre los usuarios que llegan nuevos y los que ya se encontraban en la misma cuando Down Ceuta nacía en 2003. “Se nota en el habla, a nivel cognitivo, la independencia. Es una diferencia abismal que se podría ejemplificar entre el niño con un futuro autónomo y el niño que, cuando no estén los padres, tendrá que depender de otra familia o institución porque no puede valerse por sí mismo”, predijo Villadén.

El Síndrome de Down (SD) es un trastorno genético causado por la presencia de una copia extra del cromosoma 21 (o una parte del mismo), en vez de los dos habituales (trisomía del par 21), caracterizado por la presencia de un grado variable de retraso mental y unos rasgos físicos peculiares que le dan un aspecto reconocible.

Las terapias de estimulación precoz y el cambio en la mentalidad de la sociedad sí están suponiendo un cambio cualitativo positivo en sus expectativas vitales.