El gran objetivo del PGOU es “perfilar un proyecto urbano
para que Ceuta pueda ser una ciudad media dinámica, de
elevada calidad urbanística y medioambiental, atractiva para
vivir y visitar y que se constituya en una plataforma
adecuada para la implantación de actividades económicas”. De
acuerdo con el resumen ofrecido por la Ciudad, “las
características de la estructura urbana actual, los
proyectos en marcha o previstos a corto plazo y la realidad
socioeconómica de Ceuta permiten establecer un primer
conjunto de intenciones”.
En primer lugar se quiere “preparar a la ciudad para que
pueda posicionarse en el circuito de ciudades atractivas
para la inversión”, configurándola como “una buena
plataforma para la implantación de una oferta de servicios y
actividades económicas de naturaleza diversa”.
“Apostar por una ciudad saludable y ambientalmente
sostenible, local y globlamente, propiciando el despegue de
la Agenda Local 21” figura como segundo objetivo. En este
sentido, se busca la preservación del patrimonio cultural y
medioambiental, “por ser recursos claves de cara al futuro y
fundamentales para un despegue de Ceuta como destino
turístico y cultural”.
“Controlar el crecimiento”
El nuevo PGOU busca “controlar y equilibrar el crecimiento
para evitar una excesiva dispersión urbana y conflictos
medioambientales y paisajísticos no deseados”.
“Cualificar la ciudad existente, configurando un tejido
urbano homogéneo en cuanto a dotaciones y servicios, en
especial zonas verdes y espacios públicos” es el quinto
objetivo.
“Eliminar la infravivienda, en especial en los núcleos de
Príncipe Alfonso y Recinto Sur, proveyendo de viviendas al
conjunto de la ciudadanía” e “integrar las peculiaridades
morfológicas de la ciudad, atendiendo a las diferentes
sensibilidades y modos culturales de entenderla” son el
sexto y séptimo principios, respectivamente.
Para los redactores del Plan es necesario “sacar partido de
la morfología del terreno, en especial en lo relativo a las
vaguadas que pautan el Campo Exterior, aprovechando sus
riberas para cualificar los entornos y dotar a la ciudad de
una mejor oferta de zonas libres y áreas deportivas y de
ocio”.
También se busca “aprovechar las oportunidades que ofrecen
las nuevas infraestructuras, para superar dificultades
estructurales y propiciar estructuras urbanas más
equilibradas e integradas”, así como “resolver los problemas
de conexión entre los diferentes barrios”, buscando “la
complementariedad funcional y soluciones imaginativas en los
bordes”. En este ámbito, se propone “propiciar el
tratamiento específico de los núcleos aislados”, con
especial mención a Benzú, y “atendiendo a sus
características”.
Por último, figura la intención de “preparar suelo a precios
competitivos para garantizar una oferta suficiente de
vivienda pública y ubicar usos y actividades relacionadas
con el ocio y el recreo, la cultura o el turismo”.
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