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sociedad - SÁBADO, 19 DE MARZO DE 2011


El momento de la ordenación. f. raso.

religión
 

El obispo preside en la
Catedral la ordenación de
un sacerdote y un diácono

Juan Vivas estuvo presente en el acto
en el que monseñor Ceballos Atienza
destacó la importancia de mantener la fe
 

CEUTA
Paulina Rodríguez

ceuta
@elpueblodeceuta.com

La Catedral se llenó de fieles para la ordenación del ceutí Pedro Jesús Heredia como sacerdote. Junto a él también entró a formar parte de la familia de la Iglesia el diácono, Robert Mauricio Ávila. El obispo, Antonio Ceballos, presidió un emotivo acto al que también asistió el presidente Juan Vivas así como otros representantes de la Ciudad Autónoma.

“¿Quieres consagrarte al servicio de la Iglesia?”. Así comenzó el momento cumbre del acto de ordenación, celebrado en la Catedral, del sacerdote ceutí Pedro Jesús Heredia y del diácono, de nacionalidad colombiana, Robert Mauricio Ávila.

El obispo Antonio Ceballos Atienza fue el encargado de presidir un momento que no se vivía en Ceuta desde hace varios años. Por ello, el presidente Juan Vivas también estuvo presente junto a otros representantes de la Ciudad Autónoma.

Arropando a los nuevos miembros de la Iglesia se encontraban, además, el vicario de Ceuta, el rector del Seminario de Cádiz, así como una nutrida representación de sacerdotes y capitules.

Antes del instante de la ordenación, el obispo pronunció una homilia en la que hizo hincapié en la importancia de ‘la llamada’ del Señor al término que recalcaba que todo era “cuestión de fé”. Al sacerdote y al diácono, explicó monseñor Ceballos, les espera un “ejercicio diario” donde deberá primar el “verdadero espíritu de amor a los pobres y de trabajo por las vocaciones”.

El obispo también se refirió a la festividad que se celebra hoy, San José. El hecho de que la ordenación se celebrara en la víspera era, en opinión del obispo, de gran importancia dada la relevancia del santo como “protector de la Iglesia”.

Los familiares del presbítero y el diácono también contaron con las palabras del obispo quien señaló que los padres debían ser “generosos” al entregar a sus hijos, “no tengáis miedo”, dijo.
 


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