Las semejanzas y las diferencias entre los aspectos
sociales, políticos, militares y económicos que llevaron a
la sociedad a sentir cierto rechazo ante la idea de servir a
la Patria a principios del siglo XX, y las que condujeron a
ese mismo rechazo a los jóvenes que estaban a punto de
entrar en el siglo XXI, y que no sentían motivación alguna
por la llamada al servicio militar obligatorio. Un primer
rechazo que desembocó en la creación de un cuerpo de
militares oficial, la unidad de Regulares; y una segunda
repulsa que trajo consigo la supresión de la mili
obligatoria en 2001.
Entre ambas consecuencias, cien años de diferencia. Y de ahí
partió, ayer, la última conferencia de la jornada,
‘Influencia de la guerra en África en la vida política y
social española: La creación de un Ejército colonial
español. Las Fuerzas Regulares Indígenas’, que corrió a
cargo del profesor tutor de la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociología de UNED Ceuta, y coordinador de las
jornadas, Enrique Ávila.
Justo antes, el general de brigada en la reserva, asesor del
Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), Miguel
Alonso, trató ‘El Protectorado de España en Marruecos: Siglo
XX’. “La clave de un buen historiador no es conocer la
historia, sino comprenderla y explicarla”, expuso durante su
apelación.
Alonso explicó la acción exterior de España a lo largo de la
primera mitad del siglo XX. Para ello, no sólo se amparo en
sus trabajos de investigación, sino en su propia
experiencia.
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